La Tradicion y el Silencio

La tradición cuenta que en la antigua Grecia, para poder tener el

honor de ser aceptado como discípulo de Pitágoras, además de poseer
una intelectualidad notable, cada aspirante debía guardar silencio
por 6 años antes de ser aceptado por el maestro.

Es cierto que no estamos en la Grecia antigua, y también lo es el
respetar las opciones que cada persona escoge libremente.
Lamentablemente no hay un conocimiento real afuera que nos diga,
esto se ha de decir y esto no. El secreto de las sociedades
iniciaticas por ejemplo, no radica en callar formulas o rituales -
información al fin de cuentas- sino de ser concientes de que las
verdades que nos hacen darnos cuenta no se reciben oralmente sino
que debe ser descubiertas por uno mismo. Ahí radica el verdadero
secreto.

Este descubrimiento es en esencia un reencuentro, no con libros, no
con las experiencias de otros, sino con las de nuestro propio
corazón.

Callar o no callar lo real es libertad de cada ser, la evolución es
siempre un camino en ascenso.