Un viejo año que termina y un nuevo año que se acerca cargado de promesas e ilusiones para todos. Todos queremos un año nuevo y mejor, todos le pedimos a este nuevo año dinero, amor, nuevas emociones y experiencias que nos saquen de alguna manera de la rutina estresante o del asfixiante aburrimiento en los que muchos nos encontramos atrapados.
Todos pedimos y pedimos, sin reparar en cuánto hemos hecho personalmente, para que aquello que pedimos se haga realidad. Tal vez esperamos, de manera algo infantil, que un hada buena o una fuerza misteriosa y oculta que le llamamos “golpe de la fortuna”, nos conceda lo que queremos.
Si bien todos necesitamos de unos medios económicos que nos permitan vivir dignamente, el pedir tan solo mejores condiciones materiales, no garantizan un auténtico bienestar (lo sabemos por experiencia) si no van acompañados de elementos que llenen nuestras necesidades más profundas: la satisfacción de compartir logros en equipo, la plasmación de alguna obra o acción en beneficio de los demás o, simplemente, el sentimiento de un sano orgullo interior por haber superado alguna limitación personal, son algunos de los triunfos que dejan una satisfacción especial, una íntima felicidad.
Es por ello que, si queremos un año realmente nuevo, sería conveniente poder dar un giro a nuestra manera de recibir el nuevo año, en lugar de un pedir pasivo e infantil, dar un salto y ofrendar en este nuevo periodo nuestra mejor actitud para trabajar y aportar con nuestras acciones en el desarrollo de un valor que es el eje del progreso de toda sociedad: La Concordia.
Desde el pequeño núcleo humano de la familia, hasta los demás campos de nuestra acción: trabajo, estudios, irnos proyectando poco a poco hacia la sociedad de la que formamos parte para poner toda nuestra voluntad en hacer que nuestro corazón generoso, el centro de nuestro ser, prime por encima de todo interés egoísta.
La Concordia, indica un trabajo muy particular y necesario: es ponernos de acuerdo los unos con los otros,(…). Es evidente que la convivencia -o la mala convivencia- producen roces que rompen la concordancia, pero la voluntad puede y debe superar esas discordias negativas que dañan tanto al que las padece como al que las produce.
En este año deberemos hacer un esfuerzo inteligente para borrar cuantos problemas humanos vayan en contra de la concordia íntima de cada uno y de las de todos en conjunto. Ya es más que suficiente con las guerras y enfrentamientos que sacuden al mundo, como para sumarles nuestras desavenencias que en la mayoría de los casos no pasan de caprichos o deformaciones de la personalidad. Lo nuestro es poner de acuerdo, poner en orden todo lo que se ha desvirtuado o todo lo que aún no hemos logrado armonizar.
…Que este nuevo año nos permita a todos lavar los corazones para que se vuelvan más puros, más sencillos, más felices, más armónicos. Que este nuevo año nos permita unirnos, poco a poco, uno a uno, y luego dos a dos, y así otro más, y otro más... hasta enriquecer esta orquesta extraordinaria -sonido de corazones- que debe enseñar al Mundo lo que es la Armonía….
Que este año no sea un año de pedidos, sino de ofrendas, donde cada uno aporte primero aquello que quisiera recibir y, es muy probable por ley natural, que podamos recoger lo que hemos empezado a sembrar.
Enseñar los dientes...
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*Antes que nada, queridos todos, un cafetito para mis reyes...*
[image: Resultado de imagen de café]
Seguro que quienes me conocen habrán pensado: "Tanto...
Hace 5 años
11 comentarios:
Ante todo, salud y amor, aderezado con vida interior y flameado todo con dinero...
Agitase la mezcla durante unos segundos...
Añadase alegria y sensacion de felicidad...
Dejese que el galipuche repose...
Tomase a sorbitos, con indisimulada delectacion...
Uhm, esto sabe riquisimo... Te lo aseguro, amiga...
Me gustan este tipo de escritos que nos mentalizan de que el nuevo año todavía no está creado y que podemos hacerlo nosotros, tanto para bien, como para mal.
Hagámoslo para bien y creemos el mejor año de nuestras vidas.
Besos.
Bueno yo con salud, "DINERO" y amor me conformo; jaja no, mentira quiero crecer espiritualmente y sobre todo quisiera un mundo mejor. Y bueno, si viene la buena racha no me quejo. no.
Besos, guapa, y que sea este nuestro mejor año.
Esperemos que muchos te oigan; aunque los que deberían escuchar tengan los oídos taponados de billetes y falta de escrúpulos.
Dar y ofrecer, todos tenemos capacidad, tiempo y conciencia, áhora hay que ponerse en acción y no pensar tanto. Hacer. Actuar. Moverse.
Y muchos besos en acción para ti. Feliz año.
Una reflexion muy sabia, como siempre Janeth.
Sobre todas las cosas dar las gracias por lo que hemos recibido y esperar el año año con el próposito de in abriendo cada vez mas la mente y el corazón y perdonando todo aquello que se tenga que perdonar, para recibir livianitos el nuevo 2011.
Lo mejor para ti y tus afectos para el año que pronto estrenamos!
Janeth,excelente reflexión...!
Es hora de aportar,perdonar,ofrecer y estar dispuestos a cambiar todo lo que nos impide avanzar y estar unidos a los demás.
Espero que este nuevo año,el hombre deje sus viejos esquemas y se llene de luz y amor.
Te dejo mi gratitud por compartir y mi abrazo inmenso.QUE EL NUEVO AÑO TE DEVUELVA DUPLICADO TODO LO QUE NOS HAS DADO,AMIGA...!
M.Jesús
Por supuestro...
Las aspiraciones materiales son las menos importantes...
Lo que realmente vale la pena es aprovechar la interiorización y la buena reflexión pra un nuevo y eficáz cambio de paradigma. Valores internos a recuperar. Mentalización de desnudéz para poder abrigarse del nuevo sol naciente y ver mejor las oportunidades par la realización... física... emocional y mental. Todo ello elaborado a partir de la sencilléz, sabiduría y humildad. A partir de ahí edificaremos nuestro mundo con más austeridad y mayor alegría.
FELIZ A:O 2011 para ti y tus seres queridos.
Que la ilusión y la esperanza sigan llamando a la puerta en el nuevo año que llega,
y que se cumplan tus deseos.
¡¡¡Feliz año 2011!!!
Hermosa reflexión Janet. Mi pedido se extiende al mundo entero, espero que haya paz, armonía, y que el mundo de un vuelco y podamos unirnos en fe amor y esperanza.
Feliz año nuevo amiga.
Besos
Así que el 31 de diciembre habremos celebrado el paso de un tiempo medido de manera un tanto arbitraria y relativa, lo cual no disminuye sin embargo la fuerte carga psicológica de sentir que una larga época se acaba, que otro ciclo comienza.
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