Condenados por sus ideas




“La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo.” Platón (427 AC-347 AC)


Si algo ha demostrado la historia es que no siempre reconocemos a los grandes pensadores o a las grandes personas, a aquellos con una mente preclara que pueden ayudar a la humanidad a mejorar y avanzar. Del mismo modo que los grandes héroes siguen un guión similar (nacimiento, búsqueda, caída a los infiernos y renacimiento), los grandes hombres y mujeres asesinados por sus ideas han tenido que pasar por el desprecio de sus coetáneos, juicios no demasiado justos en la mayoría de casos o, incluso, haber sido ejecutados sin tener la posibilidad de defenderse ante sus acusadores, como un simple ajuste de cuentas sin previo aviso.

Muchos de los personajes que han sufrido de este modo ni siquiera son conocidos: gente anónima que ha luchado por defender lo que creían justo y verdadero, pero que de la noche a la mañana han desaparecido del mapa. Por suerte no todos ellos nos son desconocidos y podemos aprender, no sólo de sus ideas, sino también de su final, tal vez para no repetir los errores.

En el año 0, nació un pastor de hombres, Jesús de Nazaret (a pesar de que las fechas de su vida y muerte no están del todo claras). La importancia de este personaje en la historia es innegable. El supuesto hijo de Dios, iniciador de un culto que hoy en día aún se sigue, fue un hombre extraordinario, de gran corazón y generosidad en una época de confusión. La tradición cristiana nos cuenta cómo Jesús transmitía un mensaje de amor, de fraternidad para con todos y su fama crecía cada día que pasaba, por lo que empezó a molestar a otros cultos, pero, sobre todo, a aquellos que ya se confesaban seguidores del mismo Dios que él, pues ponía en duda sus métodos y les dejaba en evidencia. Así pues, todos aquellos que empezaron a señalarle comenzaron a poner en duda su “origen divino”, pero especialmente su mensaje, que a fin de cuentas era lo más importante. Se le acusó, juzgó y, curiosamente, no fueron los romanos los que le condenaron directamente, sino su propio pueblo el que decidió entre él y otro acusado. Fue crucificado y murió en la cruz entre otros reos.

Personas como Jesus, dieron su vida por defender aquello en lo que creían. Tal vez no todo el mundo estará de acuerdo con sus ideas pero es innegable que el simple hecho de vivir con coherencia, defender por encima de todo ideas que benefician a toda la humanidad o que nos ayudan en nuestra vida, les confiere un valor y una categoría que bien podrían servir al resto de hombres y mujeres que miramos estos actos. A pesar que algunos de ellos solo fueron chivos expiatorios de otras causas, o que aún hoy en día algunos defienden como justas esas condenas, mirar hacia atrás nos ha de servir para aprender, así tal vez no habrá una próxima vez.

“Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar….” Hypatia de Alejandría

8 comentarios:

Reysagrado dijo...

Y yo alabo esa parte "humana" de Jesucristo, esa en la que defendió sus ideas hasta la Muerte:).

Sentimientos! dijo...

Holaaa
me encanto tu entrada.
Felices Pascuas de Resurrección.!!!
Nos seguimos visitando

besos

Red. dijo...

Realmente me parece mal que alguien deba pagar con su vida sus ideas, pero bueno, así lo ha demostrado la historia, en general han sido perseguidos los rompedores de esquemas como nuestro amado maestro Jesús.

2011 años despues, los rompedores somos tantos que... los conservadores son los bichos raros!!

En realidad no hacemos otra cosa que reafirmar las ideas tan innovadoras y vanguardistas de alguien que si nos situamos en su tiempo y lugar, era un verdadero iluminado, y completamente "out of order", más allá que se considere o no hijo de Dios, que es una elección subjetiva.

Un beso y felices pascuas, mi linda amiga.

I. Robledo dijo...

Que pena que Jesus e Hypatia no pudieran ser amigos...

Las cosas podian haber sido muy diferentes.

Un abrazo, Janeth

Adriana Alba dijo...

Creo que el Maestro Jesús sabía de antemano lo que le iba a ocurrir, tuvo que hacer esa demostración tan elocuente para la gente de esa época.

Pero sus ideas prevalecen aún hoy!
pero lamentablemente muchos no han captado su mensaje

Un fuerte abrazo.

MarianGardi dijo...

Kristo Rey de Reyes allá donde los haya.
Cristo en mi corazón.
Sagrado corazón de Jesús el hombre.
Que bello es el cristianismo verdadero.
Gracias por traer este recordatorio de su vida.
Un fuerte abrazo
Yo también le amo

isis de la noche dijo...

Hermosa y luminosa entrada, mi querida amiga...

Me encanta la frase de Hypatia.

Sin esas luces que alumbran el mundo a través de los siglos, ya habríamos perdido el rumbo sin esperanza alguna..

besos miles!

MAJECARMU dijo...

Janeth,tu testimonio es un mensaje de vida y esperanza,amiga.
MI GRATITUD Y MI ABRAZO INMENSO POR TU GENEROSO POST.
M.Jesús