El mundo te pertenece.


El mundo te pertenece. Dondequiera que estés es tu
hogar. Por eso no debes tener prisa: no debes correr
hacia ningún sitio porque ya estás en casa.

9 comentarios:

MAJECARMU dijo...

Janeth,de nuevo me sorprendes...(He vuelto a leer tu anterior post,para disfrutar de esa alquimia espiritual que conseguimos al despertar...)Y ahora,sea cual sea el lugar donde nos encontremos en el mundo,es nuestra propia casa...El mundo es un pañuelo,como solemos decir, estamos tan relacionados por los pensamientos y circunstancias, que dá igual la nación o la ciudad,es nuestra tierra...Y esa tierra nos ofrecerá lo que necesitamos para crecer y madurar...(esto me hizo recordar a mis hijos)
Mi gratitud y mi abrazo inmenso,amiga.
M.Jesús

Anónimo dijo...

Siempre lo pensé, el mundo es de todos y todos pertenecemos a él...Donde quiera que yo este , donde mi alma esté está mi hogar...porque yo soy mi hogar... Un beso Verónica

Filomena Lonetti dijo...

Janeth es muy cierto lo que decis el mundo es la casa de uno hay que respetarlo y cuidarlo,como tambièn disfrutar cada momento.Infinita de gracias por tu amistad y tu bella visita a mi blog "Esculapio hijo del sol" que tengas muchos éxitos.Roxana Miriam González de la Ciudad de Rosario

isis de la noche dijo...

Ah.. hermoso mensaje amiga.. hermosa verdad...

y el mundo y todos los mundos.. porque somos uno con todo..

besos miles!

Juglar dijo...

No tener prisa, no correr...
¿Posible conseguirlo en el hoy y el ahora?
Me quedo pensando.

sky walkyria dijo...

correr
por el placer de sentir la brisa
aunque a veces olvidemos el motivo....



cariños!!

Adriana Alba dijo...

Que hermosas palabras nos has dejado Janeth!

Gracias!

Luna maya dijo...

me ha encantado esta entrada. Es sencillamente hermosa. Una sorpresa siempre visitarte. Gracias Janeth. Un besito. Pepi Viedma.

Rochies dijo...

¿seguro seguro que en otra parte el mundo no está de fiesta y no hemos sido invitados? o lo que es peor aún por malas elecciones nos hemos quedado afuera.
Su mensaje transmite la paz de saber que siempre estamos en el lugar preciso en el momento justo...
Aunque a veces dude de ello.