El verdadero significado de ser mujer



En un mundo donde todo tiene etiqueta y marca ¿qué significa ser una buena mujer?
A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a diferentes situaciones que nos ponen a prueba como seres humanos. Nuestras fortalezas, debilidades, miedos y virtudes quedan expuestas según los obstáculos que surgen en el camino de la vida.

Son a través de esas mismas pruebas que llegamos a conocernos a nosotras mismas y que decidimos bajo qué creencias queremos vivir y las cosas que queremos lograr en el tiempo que tenemos en la tierra, que no siempre es largo y que por lo tanto deberíamos aprovechar al máximo.

Pero aún sabiendo la brevedad de nuestra existencia, decidimos desperdiciar los momentos más importantes prestando atención a detalles insignificantes que nos restan felicidad, serenidad y sabiduría. Nos dejamos llevar por las frivolidades del mundo moderno y poco a poco perdemos el sentido de nuestra propia identidad.

Ser mujer tiene mucho que ver con esa confusión de lo que deberíamos ser, con el peso del deber y el cumplimiento de las reglas impuestas que no siempre operan a nuestro favor.

Las mujeres de hoy vivimos atrapadas entre lo que se nos enseñó que somos y lo que cada quien piensa que es, una confusión que se resume a los detalles más banales.

Ser mujer es mucho más que una simple definición de lo "femenino", es ir más allá de un cuerpo, un rostro, un vientre capaz de procrear, categorías que podemos ocupar si así lo deseamos, pero que muchas veces también nos encierran y nos limitan.

Si no luces de cierta forma, entonces no eres tan mujer como otras. Si no tienes hijos, rechazas tu deber natural, si no te casas, si no sirves al hombre, si no eres sumisa, tranquila, llena de gracia, étc, étc, étc.

Hablamos todos los días de las cualidades que tienen las mujeres buenas, pero jamás se nos ocurre echar un vistazo a lo que llevamos dentro, a lo que cada quien quiere, a lo que cada quien busca. Ser mujer va mucho más allá de lucir como tal o de hacer lo que nuestra madre nos dijo que teníamos que hacer. No es llevar cabello largo y tener piel perfecta, no es el cuerpo ni la debilidad, no es ser el complemento del hombre.

Ser mujer es tener libre elección de tomar el camino que mejor se nos acomode, es reconocer que más allá de un género somo seres humanos inteligentes, conscientes, capaces y sensibles, cuya única misión en la vida es hacer de nuestra existencia una virtud.

No venimos al mundo a sufrir porque no somos tan esbeltas como las modelos de la tele o porque un hombre de tantos decidió no querernos. No estamos aquí para recibir ni tolerar abusos, maltratos, muerte, humillación, estamos aquí porque la única cosa que verdaderamente importa es la contribución que podemos hacer para que este mundo sea un poco mejor, aunque todo nos indique lo contrario.

Si algo tengo claro es que no puedo cambiar el pensamiento ajeno, no estoy aquí para decirte lo que debes o no debes hacer, lo que una mujer debería cumplir para ser considerada tal.

Solo estoy aquí para tomar mis propias decisiones y poner a prueba mis capacidades, aprender, crecer, mejorar y servir al bien común, sin limitarme a mi misma como agua en un vaso. Ser mujer es un privilegio y también una responsabilidad muy grande, porque de nosotras depende que un día se nos trate sin distinción, que se nos respete sin condicionar.

Para mi, ser mujer es vivir sin miedos y es una tarea en la que trabajo todos los días. 

3 comentarios:

JLO dijo...

Y nosotros tratamos de amarlas y tratarlas como se merecen... El ser máximo de la creación: La mujer... 👌

Saludos 🙋

Navegante dijo...

Una entrada muy direccionada a las mujeres. Pero como hombre que admira enormemente todo lo femenino, me deleito conociéndolas un poquito más a través de escritos como este.
El placer de visitarte siempre es grande, querida Janeth.
Besos.

Myriam dijo...

Soy de las que están felices con
el hecho de ser mujer.

¡No lo cambiaría por nada del mundo!


Besotes