El poder de la resiliencia



Carl Gustav Jung nos explicó en su libro "Símbolos de transformación" que el ser humano y el ave Fénix tienen muchas similitudes. Esa emblemática criatura de fuego capaz de elevarse majestuosamente desde las cenizas de su propia destrucción, simboliza también el poder de la resiliencia, esa capacidad inigualable donde renovarnos en seres mucho más fuertes, valientes y luminosos.

Si hay un mito que ha nutrido prácticamente todas las doctrinas, culturas y raíces legendarias de nuestros países es sin duda ese que hace referencia al ave Fénix. Se decía de él que sus lágrimas eran curativas, que tenía una gran resistencia física, control sobre el fuego y una sabiduría infinita. Era, en esencia, uno de los arquetipos más poderosos para Jung, porque en su fuego se contenía tanto la creación como la destrucción, la vida y la muerte…

"El hombre que se levanta, es aún más fuerte que el que no ha caído"
-Viktor Frankl-

Viktor Frankl, neuropsiquiatra y fundador de la logoterapia, sobrevivió a la tortura de los campos de concentración. Tal y como él mismo explicó en muchos de sus libros, una experiencia traumática siempre es negativa, sin embargo, lo que suceda a partir de ella depende de cada persona. En nuestra mano está alzarnos de nuevo, cobrar vida una vez más a partir de nuestras cenizas en un triunfo sin igual o por el contrario, limitarnos a vegetar, a derrumbarnos…

Esta capacidad admirable por renovarnos, por recobrar el aliento, las ganas y las fortalezas a partir de nuestras miserias y cristales rotos pasa primero por una fase realmente oscura que muchos habrán vivido sin duda en piel propia: hablamos de la "muerte". 

Cuando atravesamos un momento traumático todos "morimos un poco", todos dejamos ir una parte de nosotros mismos que ya no volverá, que ya nunca será igual.

De hecho, Carl Gustav Jung establece nuestra similitud con el ave Fénix porque también esta criatura fantástica muere, también él propicia las condiciones necesarias para fallecer porque sabe que de sus propios restos emergerá una versión de sí misma mucho más mejorada y poderosa.


4 comentarios:

Navegante dijo...

¡Que tema maravilloso el de la resilencia! La capacidad de recuperarse de golpes tremendos, de esos que parece que te matarían o te quitarían las ganas de vivir. Me gusta porque no se trata solo de superar problemas o conflictos, el término es mucho más grandioso que eso, se trata de reponerse de algo que ya no puede volver a ser... uf, da para tanto... Tenía que ser alguien como vos quien lo tratara para aquellos que lo desconocen, gracias siempre querida amiga.
Ah, un bellísimo ejemplo de Resilencia es el del pianista Paul Wittgenstein, quien perdió la mano derecha durante la guerra y sin embargo no dejó de ser pianista. Se puso a hacer arreglos de obras para ser ejecutadas con solo la mano izquierda e impactó tanto en los compositores que se pusieron a componer obras especialmente para que el las tocara con esa sola mano. El ejemplo más célebre es el de Ravel quien le compuso su bellísimo "Concierto para la mano izquierda".
Saludos.

Janeth dijo...

Gracias por ese recuerdo de tan noble pianista, sacar la fuerza para recuperarse y mejorarse es una transformación maravillosa, muy lindo tu comentario querido amigo, gracias por estar... 🌟 😘

lanochedemedianoche dijo...

Grandioso tu texto, que se habré a la fortaleza del hombre, dejando un mensaje para recobrar fuerza y seguir adelante a pesar de tantos desaciertos, verdad amiga tu lo sabes contar así tan claro, lleno de fe y esperanza.
Abrazo

Myriam dijo...

Hola querida Janeth,

¡Cómo me gusta la palabra resiliencia!
Y que necesaria para nuestra salud mental.


Gracias por tus cariñosos comentarios en casa.
Sobretodo, por el del cumple de mi nieta Isabel.
Cómo se ve que , de abuela a abuela, me comprendes tanto.

Besotes y feliz primavera en Bolivia,
Lejos de terremotos y tifones,
llena de Luz y bonanza.