La atención es el poder de la conciencia


Son muy variadas las definiciones que podemos aplicar a la conciencia. Y por muchas que sean, nunca serán suficientes para agotar la riqueza de este campo fundamental en el que se producen todas las actividades de nuestra psiquis y nuestra mente.

La conciencia es ese amplio escenario en el que se expresa toda la diversidad de emociones, sentimientos, razones, pensamientos; y también las percepciones, convertidas en razones y sentimientos que nos llegan desde nuestro propio cuerpo y desde el mundo exterior.

Allí está el núcleo de nuestra vida interior.

Asimismo, conciencia es posesión de sí mismo, el centro equilibrado de la personalidad; es la capacidad de organizar nuestros conocimientos y experiencias.

Si queremos darle valor a la conciencia, hace falta dotarla de uno de sus principales poderes: la atención.

La conciencia en sí misma está plena de posibilidades, pero para hacer de esas posibilidades hechos útiles y objetivos, hace falta entrar en la conciencia con la luz de la atención.

La atención es un foco de luz que pone claridad y orden. La atención es la que nos permite reconocer los estados de conciencia, darles a cada uno su valor apropiado, generando orden y armonía interior.

Por eso, la atención es el poder de la conciencia: es su fuerza iluminadora, su potencia ordenadora, su centro y síntesis.

Destaca lo fundamental y difumina lo  accesorio. Fija las ideas, da duración a los sentimientos y ayuda a reconocer los amigos y los enemigos del alma y del cuerpo.

15 comentarios:

Myriam dijo...

Por eso tenemos que estar atentos a lo que sentimos, pensamos, decimos y hacemos.

Un beso y muy buena semana, Janeth

Red. dijo...

Concuerdo contigo, amiga: somos lo que somos más aquello que vivimos, pero no todo lo que vivimos: aquello que llamó nuestra atención.

El resto de aquello que nos circundaba tal vez esté guardado en algún lugar, pero no lo recordamos.

Como que la atención fuera la linterna con la que vamos iluminando el camino, y nos nutrimos de aquello que vemos, lo que no...pues no.

Y hay una predisposición a prestar atención a un determinado tipo de temas, lo cual nos lleva a vivir lo que debemos vivir, como una especie de destino prefijado.

Me gustó tu reflexión, Besos!! y buena semana.

MAJECARMU dijo...

Janeth,me encanta este post,esa atención es "estar alerta" a todo lo que vemos,hablamos,sentimos y hacemos,porque irá formando nuestra conciencia,su madurez espiritual,a lo largo del tiempo.Es importante tener orden,equilibrio y paz.
Mi gratitud y mi abrazo grande siempre,amiga.
M.Jesús

josef dijo...

sin conciencia apenas seríamos seres mínimamente racionales. Creo que es la que delimita, tal como dices, el orden del caos...

Muy interesante.
Un abrazo.

Juglar dijo...

Un post muy acertado porque das en el clavo.
¡Claro que la atención es el fundamento de nuestra conciencia!
Pero qué difícil también, con la vorágine que nos rodea, es estar atentos, con los cinco sentidos pendientes de nuestra evolución interior.
(A veces desfallezco...)
Cariños varios, amiga mía.

Adriana Alba dijo...

Que interesante!

Cuando era pequeña siempre andaba distraída, las maestras llamaban a mi madre para decirle que no prestaba atención en clase....yo volaba...mi atención estaba en otro sitio, tal vez en el sitio "indicado" el que a veces me cuesta enfocar hoy dia.

Mil besos querida Janeth.

lanochedemedianoche dijo...

Si tiene razón, muchas veces nos dejamos ir por la corriente de un túnel casi mágico que nos aparta, la mente es muy difícil de controlar, a pesar del tiempo aún me pierdo en esos lugares, pero lo bueno, es que regreso, me encanto como lo explicas, gracias amiga.

Besos

Ramiro Jordan Alvares dijo...

Te leia atentamente y tus palabras hacían vibrar en mi interior respuestas que brotaban como de una fuente. Descubrí una vez más que las ideas atraen otras ideas, e igualmente los sentimientos despiertan otros iguales o parejos.

Alcira Handal dijo...

Supe una vez, que todo deja su huella en nosotros, que somos como un instrumento musical que alguien pulsa, ya sea el viento, el agua, la tierra, en ocasiones el Sol, u otro ser humano

Alicia dijo...

Meditaba tu entrada y con la luz del corazón devolvía la serenidad a mi alma, ayudándola a ver, a comprender.

Porque a veces, a todos nos pasa,
el dolor nos ciega o nos "mata",
sin embargo en otras ocasiones si logramos trascenderle nos otorga a cambio altura y profundidad en la conciencia.

Melissa dijo...

....pues estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto.....

El día que podamos Amar así, haremos un Mundo Nuevo y Mejor, sin duda. LO HAREMOS CON AMOR

Mahatma dijo...

"MI ESPIRITU AVANZA DE UNA ETAPA A OTRA, CONSCIENTE DE QUE CADA ESTACION
TIENE SUS CUALIDADES Y SUS DEFECTOS"
Khalil Gibran

Janeth dijo...

Mis queridos amigos gracias por escribir.....

Cuando los ruidos se apagan, dentro y fuera, todo es quietud, entonces la conciencia se despereza, se yergue y mira a su alrededor y ¡oh prodigio!, en el espejo de la naturaleza se contempla. Descubre la misma alma, fuera, por doquier, y lentamente recuerda.

Juan Meriles dijo...

Unidos a la Vida, renovamos nuestras energías, renacemos de nuestras cenizas. Bogamos por el tiempo y el espacio buscando romper el hechizo que nos mantiene encadenados.

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Observar esa luz en el punto del centro y que va creciendo día a día...




Un abrazo.