Una Luz en el Sendero

Cada uno ha de recorrer solo su propio camino, pero podemos compartir algún tramo con otros que lleven nuestro mismo rumbo, hacernos compañía y ayudarnos un poco.

Por eso, porque camino como tú; porque me gustaría, si tú quieres, que me acompañes un trecho, he abierto esta ventana, donde poner en común reflexiones y vivencias.

La vida nos pertenece. Nada puede asustarnos. Caminamos. El camino de la serenidad.

No tengo los mapas, no sé dónde nos llevará el siguiente paso. Pero, juntos podemos buscar la mejor ruta.

Con los años, he aprendido a evitar discusiones que no tienen sentido



Con los años, he aprendido a evitar discusiones que no tienen sentido Tal vez sea la madurez, los años o incluso la resignación, pero siempre llega un momento en que nos damos cuenta que hay discusiones que ya no valen la pena. 

Es entonces cuando preferimos optar por ese silencio que calla y sonríe, pero que nunca otorga, ese que comprende, por fin, que no sirve de nada dar explicaciones a quien no desea entender. Ahora bien, a pesar de que a menudo se diga aquello de que discutir es un arte donde todos tienen la palabra pero muy pocos el juicio, en realidad, es un problema que va más allá. 

Las discusiones, a veces, son como una partitura donde la música está desafinada, donde no siempre se escucha y en la que todos desean tener la razón o la voz cantante. En ocasiones, es una práctica agotadora. 

Hay discusiones que antes de empezar ya son batallas perdidas. Puede que sean los años o simple cansancio, pero hay cosas de las que ya no deseo hablar más… 

Una buena parte de la psicología y de la filosofía nos han enseñado durante mucho tiempo determinadas estrategias para salir airosos en cualquier discusión. 

Buenos argumentos, el uso de los heurísticos o una adecuada gestión emocional serían sin duda algunos ejemplos de ello, pero...¿Y si lo que buscamos es no iniciar determinadas discusiones que ya damos por perdidas desde el principio? La madurez no depende de la edad, sino de llegar a esa etapa personal donde ya no deseamos engañarnos a nosotros mismos, donde luchamos por un equilibrio interno donde cuidar de nuestras palabras, respetar lo que escuchamos y meditar cada aspecto que optamos por callar. 

Es entonces cuando somos conscientes de qué aspectos merecen nuestro esfuerzo y cuáles nuestra distancia. Es posible, por ejemplo, que nuestra relación con un familiar cercano fuera compleja hace unos años, tanto, que mantener una simple conversación era como caer sin paracaídas al abismo de la tensión, de las discusiones y los malos ratos. 

Ahora, sin embargo, todo aquello ha cambiado, y no es porque nuestra relación haya mejorado, sino porque hay una aceptación de nuestras diferencias. Optamos por un silencio que no otorga, ni se deja vencer, pero que se respeta. 

Madurar es también disponer de una adecuada confianza interior para considerar que determinadas personas y sus argumentos ya no son una amenaza para nosotros. Quien antes nos enervaba con sus palabras ahora ya no nos da miedo ni nos enfada. 

El respeto, la aceptación del otro y esa autoestima que nos salvaguarda, son nuestros mejores aliados. Sabemos ya que hay discusiones por las que no vamos a perder la calma ni nuestras energías. Sin embargo, comprendemos también que la vida es negociar casi cada día para poder coexistir en armonía, para mantener esa relación afectiva, para lograr objetivos en nuestro trabajo, e incluso, por qué no, llegar acuerdos con nuestros propios hijos.

Las discusiones no están pues exentas en ninguno de estos ámbitos. Aprender a oír es natural, pero saber escuchar es vital. 

El arte de discutir de manera inteligente y sin efectos secundarios, requiere no solo de una hábil estrategia, sino de una adecuada gestión emocional que todos deberíamos saber aplicar en nuestros entornos más cercanos.

Feliz Navidad a todos



Estamos a una horas de celebrar la Noche Buena y quiero desearles a todos mis lectores la mas linda y dulce Navidad, llena de bendición, amor y dicha en sus hogares,,..La Navidad, es un periodo de paz y armonía… 

Pensemos en las cosas que tenemos que mejorar en nosotros para que nuestro mundo alrededor sea realmente así.

Un primer ministro en Israel, que era muy criticado, dijo una vez que le preguntaron por qué había hecho el tratado de paz con Arafat, el respondió: porque la paz es algo que se practica con los enemigos y no con los amigos.

Esta es la actitud del espíritu de la Navidad que necesitamos volver a tener y no se necesita ser católico o cristiano para entender que esto es lo que necesitamos hacer en el mundo de hoy.
Estamos al final de un año y a punto de iniciar el próximo, por lo mismo, tenemos que reflexionar en estos términos.
Navidad, es una palabra que nos debe recordar que debe haber Novedad en nuestra vida… Debe haber grandes novedades, cambios y logros en nuestra comunidad, nuestra sociedad y nuestro Estado. Démosle este sentido a estas fiestas, a este nuevo año y entonces el decir Feliz Navidad o Feliz Año Nuevo tendrá un significado diferente y mucho más auténtico, se nos llenará la boca al dar estas felicitaciones y nos sentiremos realmente felices

Les deseo felicidad y mucho amor en este periodo de reflexión y de cambio. Recordemos que cada uno de nosotros somos almas hijos de Dios.

5 hermosas citas de "El principito"



"Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo"

Puede que una de las cosas más importantes que tenemos en nuestra vida sea vivir el presente y estar despiertos en cada momento que se nos presenta. Simplemente vivirlo. La vida está llena de preocupaciones, esfuerzos continuos, un trabajo que desarrollar, mejor o peor.

Elementos y acciones que no nos permiten tiempo de pararnos a observar nuestro alrededor para sentir lo que tenemos.
El no ser conscientes del gran regalo que nos supone vivir nuestra vida nos genera una eterna preocupación por el mañana y que ocurrirá.

Muchos de nosotros hemos olvidado pararnos a disfrutar un poco más, reír, compartir con los que más queremos, realizar lo que nos gusta dando igual si sirve para algo o no.

Simplemente nos gusta, ¿Para qué no hacerlo entonces sin más? Permitirte disfrutar del día, desarrollar aún más las ganas por aprender, curiosear, descubrirte a ti mismo y los que te rodean, asombrarte, enamorarte…




En definitiva, hacer aquello que nos importa, nos interesa y abrir nuestro corazón a disfrutar cada momento de la vida que llevamos. No pararnos a preguntarnos si eso llegará mañana.
Eres el dueño de tu vida y tus emociones, nunca lo olvides. Para bien y para mal.

Continuamente nos estamos desplazando rápido, tanto emocional como físicamente. Cambiamos constantemente de relaciones, tareas, trabajos, pero no nos paramos a preguntarnos igual de fugazmente cuando fue la última vez que lo pasamos bien.

O simplemente disfrutamos. Permíteme que ahora te invite a realizártela a ti mismo. ¿Te apetece hacer que las cosas que te rodean sean más bellas, brillar, amar, reír y sentir verdaderamente?

Hoy me gustaría invitarte a que te sientas mucho más vivo, lleno de luz y motivación por ser tú. Replantearte el presente gracias a estas 5 hermosas citas de "El principito", uno de los más poderosos libros que siempre nos permitirá un precioso aprendizaje y crecimiento personal:


1. "Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos"

2. "Entonces te juzgarás a ti mismo,” respondió el rey. “Eso es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a uno mismo que a los demás. Si logras juzgarte correctamente significará que eres un verdadero sabio"


3. "Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como era el zorro antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero nos convertimos en amigos y ahora es único en el mundo"

4. "Así es," dijo el zorro. "Para mí aún no eres nada más que un muchachito como cientos de otros muchachos. No te necesito y tú tampoco me necesitas a mí. Para ti soy como un zorro igual a otros miles de zorros, pero si me domesticas nos necesitaremos. Tú serás para mí único en el mundo y yo seré único en el mundo para ti"


5. "A los adultos les encantan los números. Cuando les cuentas que tienes un amigo nuevo nunca te preguntan por lo que realmente importa. Nunca te dicen ‘¿Cómo es su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Colecciona mariposas?’ En vez de eso te preguntan ‘¿Cuántos años tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto dinero gana su padre?’ Sólo entonces creen conocerlo"

Espero que estas 5 hermosas citas te hayan llevado a replantearte tu momento, el aquí y ahora. Algo tan importante y esencial. Pero me gustaría no retirarme sin antes compartir contigo esta pequeña reflexión de la mano  de uno de los escritores más grandes de la historia Ernest Hemingway. Dice así: 




“Ahora: una palabra curiosa para expresar todo un mundo y toda una vida”

2017,..pronto sera historia




Estamos a pocos días de terminar este año y un nuevo año comienza, lo que supone una excusa perfecta para provocar la salida de lo malo y favorecer la entrada de lo bueno.


2017 ya sera historia y, con él, se cierra un ciclo. Un ciclo que trazamos de manera imaginaria pero que nos sirve como punto de inflexión para maquillar nuestros proyectos, manejar nuestras distancias y aclarar la mente.

En este nuevito 2018 recuerda que, si quieres ser alguien especial, debes ser tú mismo. Que puedes ganar con el quiero, la guerra del puedo. Que las "grandes cosas" no son tan significativas como las pequeñas sino que los pequeños detalles nos hacen ver la felicidad que hay en lo sencillo de la vida.

No olvides que los mundos sutiles encierran belleza en sus cosas efímeras, las cuales nacen para ayudarnos a volar y a soltar

Seré más clara aún: no arruines las 365 oportunidades que tienes desde hoy llevando al futuro un pasado que ya no existe. Pisa el pasado, ese que te angustia. Dale al botón de actualizar y reinicia tus emociones.

Recarga tu batería y suma esperanza de vida. Porque, aunque nada cambie de un segundo a otro, el cambio de año es tan simbólico que puedes acompañar el cambio con un toque de dulzura.

Puedes romper con algo y amortiguar el golpe. Ahí está la magia de los comienzos.

Durante este año no te olvides de que no hay mejor regalo que compartir un momento con las personas que quieres.

No olvides que una cara bonita envejecerá, un cuerpo bello cambiará, pero la cultura permanece en el estudio de uno mismo.

No dejes que sean los convencionalismos los que elijan cómo vivir tu vida. No permitas que el segundero de tu reloj deje de marcar el tiempo que te dedicas a ti. Recuerda, también, que no son los kilómetros los que ponen distancia, sino las actitudes que permanecen.
Planea sobre tu nueva vida, cierra ciclos, acaricia puntos finales y relata nuevos textos con el lenguaje de tus emociones.
Comienza la aventura. Haz lo que amas y recupera la pasión.

No te olvides amar intensamente, sobre todo a la persona que aparece cada mañana frente al espejo.


Cuida de tu salud y haz todo lo que puedas por la de quienes te rodean. Bendice el tiempo que pasas con tus rosas, porque es eso lo que las hace especiales.

Aléjate de las personas que viven en una queja constante, pueden arruinarte la vida. Hay personas conflictivas que nos agotan, que nos chupan la energía y que aniquilan nuestra capacidad de reacción. Así que tómate esto en serio: alejarse de los conflictos mejora nuestra salud física y emocional.

Cuando llegue el día de tu cumpleaños, no te lamentes de envejecer, es un privilegio negado a muchos. Sumar canas, arrancar hojas en el calendario y cumplir años debería ser siempre un motivo de alegría. De alegría por la vida y por lo que estar aquí supone.

La felicidad en la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. Así que en este año nuevo disfruta de lo sencillo, de lo que te da felicidad de la de verdad.

Recuerda que, a veces, la sociedad es egoísta, no esperes que los demás valoren lo que haces o no haces. Hazlo tú. Ten seguridad en ti y en lo que construyes. No hagas castillos en el aire, no vendas humo. Aprecia lo que tienes y no desees en exceso lo que no tienes.


Que todo lo bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo. Que el resto pase de largo. Que todo aquello de lo que puedas aprender se haga en tu vida, aunque sea para ofrecerte la lección.

Que hagas tuya cada lección, que moldees cada piedra en tu camino. Que pintes rayas y puntos finales. Que tropieces, que te caigas. Que escribas puntos suspensivos con cada rebote cuando vengan malos tiempos. Que puedas crecer y que puedas vivir.

Por favor, no te olvides de que el amor no se mendiga y que si tienes que hacerlo no es amor. Ten muy presente que las relaciones abusivas están a la orden del día, que debes examinar lo que te aportan.



Porque puedes tener muy presente algo, que debe importarte quien te aporte y que en verdad no existe la total falta de tiempo. Recuerda esto y no lo olvides: si no percibes interés, eres libre de alejarte. No te sientas culpable de desearlo.

Que seas consciente de lo bueno y lo malo. Que sepas, porque lo has podido experimentar, que todo lo bueno de la vida despeina. Que es mejor vivir revolucionado mirando al horizonte. Que la mejor manera de estar a salvo es temer la mediocridad…

Y que todo fluye, aunque a veces el tiempo nos amenace. Y que hoy, las manillas del reloj y las hojas del calendario están a tu favor. Así que, por favor, no te olvides de vivir todos los días de tu vida.



...Ya casi terminando el año..



Es bueno terminar el año estirando una vez más los músculos del alma para ver si alcanzamos esa soñada perfección a la que presumiblemente estamos destinados y, mientras tanto, aceptar con alegría todas las pruebas que nos depare el Destino para demostrar así nuestra fortaleza y nuestra capacidad de evolucionar hacia aquello que nos llama con todas las voces, con todos los nombres, con todas sus formas, con todos sus misterios.

Todavía nos falta presenciar el más fantástico de los fenómenos parapsicológicos: el del hombre liberado a pesar de sus cadenas, el del alma que busca su destino a pesar de la capa de materia que la aplasta, el de la Verdad siempre renovada surgiendo de entre dudas y mentiras, como ave fénix que encuentra en las cenizas el símbolo de la propia reconstrucción.

LA PUERTA CERRADA, un cuento de Edmundo Paz Soldán (Bolivia, 1967)


Acabamos de enterrar a papá. Fue una ceremonia majestuosa; bajo un cielo azul salpicado de hilos de plata, en la calurosa tarde de este verano agobiador. 

El cura ofició una misa conmovedora frente al lujoso ataúd de caoba y, mientras nos refrescaba a todos con agua bendita, nos convenció una vez más de que la verdadera vida recién comienza después de ésta. 

Personalidades del lugar dejaron guirnaldas de flores frescas a los pies del ataúd y, secándose el rostro con pañuelos perfumados, pronunciaron aburridos discursos, destacando lo bueno y desprendido que había sido papá con los vecinos, el ejemplo de amor y abnegación que había sido para su esposa y sus hijos, las incontables cosas que había hecho por el desarrollo del pueblo. 

Una banda tocó “La media vuelta”, el bolero favorito de papá: Te vas porque yo quiero que te vayas, / a la hora que yo quiera te detengo, / yo sé que mi cariño te hace falta, / porque quieras o no yo soy tu dueño. Mamá lloraba, los hermanos de papá lloraban. Sólo mi hermana no lloraba. Tenía un jazmín en la mano y lo olía con aire ausente. 

Con su vestido negro de una pieza y la larga cabellera castaña recogida en un moño, era la sobriedad encarnada.
Pero ayer por la mañana María tenía un aspecto muy diferente.
Yo la vi, por la puerta entreabierta de su cuarto, empuñar el cuchillo para destazar cerdos con la mano que ahora oprime un jazmín, e incrustarlo con saña en el estómago de papá, una y otra vez, hasta que sus entrañas comenzaron a salírsele y él se desplomó al suelo. 

Luego, María dio unos pasos como sonámbula, se dirigió a tientas a la cama, se echó en ella, todavía con el cuchillo en la mano, lloró como lo hacen los niños, con tanta angustia y desesperación que uno cree que acaban de ver un fantasma. 

Esa fue la única vez que la he visto llorar. Me acerqué a ella y la consolé diciéndole que no se preocupara, que estaría allí para protegerla. Le quité el cuchillo y fui a tirarlo al río.
María mató a papá porque él jamás respetó la puerta cerrada. Él ingresaba al cuarto de ella cuando mamá iba al mercado por la mañana, o a veces, en las tardes, cuando mamá iba a visitar a unas amigas, o, en las noches, después de asegurarse de que mamá estaba profundamente dormida. 

Desde mi cuarto, yo los oía. Oía que ella le decía que la puerta de su cuarto estaba cerrada para él, que le pesaría si él continuaba sin respetar esa decisión. 

Así sucedió lo que sucedió. María, poco a poco, se fue armando de valor, hasta que, un día, el cuchillo para destazar cerdos se convirtió en la única opción.
Acaso todos los habitantes del pueblo sepan lo que yo sé, o más, o menos. Acaso. Pero no podré saberlo con seguridad mientras no hablen. Y lo más probable es que lo hagan sólo después de que a algún borracho se le ocurra abrir la boca. Alguien será el primero en hablar, pero ése no seré yo, porque no quiero revelar lo que sé. No quiero que María, de regreso a casa con mamá y conmigo, mordiendo el jazmín y con la frente húmeda por el calor de este verano que no nos da sosiego, decida, como lo hizo antes con papá, cerrarme la puerta de su cuarto.

La kabbalah, una ciencia espiritual para comprender la vida



La Kabbalah se centra en ser cada día mejores personas, permanecer conectados con nosotros mismos, estar conscientes de la vida y dejar de actuar como si fuéramos robots o máquinas siguiendo un patrón de conducta. A través de su milenaria sabiduría, esta práctica nos permite pensar en el futuro y dejar de lado el pasado.

Si hiciéramos una retrospección a lo que ha ocurrido en nuestra vida es probable que nos demos cuenta que sólo trabajamos para acumular y acumular cosas materiales y que siempre hay algo que nos impide la plenitud. 


¿Qué estamos haciendo mal? 

Esta pregunta ronda en la mente de los que se sienten insatisfechos por sus logros o bien vacíos porque creen que nunca hallarán la felicidad completa.

Una manera para abrir nuestra consciencia y estar más atentos a los que nos rodea es capturar lo que la vida nos brinda, trabajar por un verdadero crecimiento en lo espiritual. 

¿Cómo se puede lograr esto? 

A través del aprendizaje de la Kabbalah, una sabiduría casi tan antigua como el hombre, la cuál fue revelada por Abraham y que entrega los conocimientos necesarios para "desarrollar la capacidad para ver", así como también conectarnos con la vida que deseamos.

Se dice, que este conocimiento se denomina "ciencia espiritual" y proviene del hebreo "lekabel", que quiere decir "recibir" y que se usa para otros términos. Uno de ellos es el vocablo "paralelo", que explicaría la razón por la que no sólo es preciso recibir sino también comprender cómo funciona lo que sucede a nuestro lado y no lo vemos, como es el caso de los mundos superiores.
Las enseñanzas de la Kabbalah se basan en varios libros. Los dos más importantes son el Sefer Yetzirah (de formación) y el Zohar (el texto base de todo practicante). Para poder comprender esta doctrina, también llamada ciencia, necesitamos toda la vida, ya que se trata de algo verdaderamente extenso, incluyendo varios campos de aplicación.

En algunos casos, los seres humanos "normales" no pueden alcanzar dichos conocimientos por ser demasiado complejos. Sin embargo, existen otros que se enseñan popularmente, con un lenguaje coloquial para poder ser comprendido por todos aquellos que lo desean. Esto se puede luego aplicar a la vida cotidiana. Se denomina a esta actividad como una filosofía cuántica, que se basa en terminologías kabbalísticas.


Tal vez sea difícil de razonar, pero la idea, es entender la Kabbalah como una enseñanza, un modo de vida. Aquello que vemos representa solamente el 1% de nuestra realidad, por eso es que muchos piensan que su existencia no tiene sentido o carece de causalidad. ¿La razón? La limitada capacidad que poseemos los seres humanos para ver el 99% restante de la realidad, donde están todas las cosas que nos hacen falta, es decir, la fuerza vital que ayuda a disfrutar de una vida plena.

La Kabbalah no es ni una sabiduría popular, ni una religión, ni un culto ni una secta.

La Kabbalah enseña, básicamente, cómo ser mejor ser humano. Se plantea cuál es la forma correcta o acertada para "recibir luz", la herramienta que permite poder desenvolverse en paz en el mundo donde vive. No hay muchas reglas para seguir, sólo tener la voluntad de cambiar y aprender.

Se enseña, por ejemplo, que la forma en que dormimos es la que determina cómo será tu próximo día. Así, si nos acostamos tristes, de mal humor, ansiosos o felices, de esta misma forma nos levantaremos por la mañana. Es preciso "sembrar una semilla" para que germine durante la noche y la siguiente jornada se desarrolle en calma, sea beneficiosa y productiva.












El poder de la resiliencia



Carl Gustav Jung nos explicó en su libro "Símbolos de transformación" que el ser humano y el ave Fénix tienen muchas similitudes. Esa emblemática criatura de fuego capaz de elevarse majestuosamente desde las cenizas de su propia destrucción, simboliza también el poder de la resiliencia, esa capacidad inigualable donde renovarnos en seres mucho más fuertes, valientes y luminosos.

Si hay un mito que ha nutrido prácticamente todas las doctrinas, culturas y raíces legendarias de nuestros países es sin duda ese que hace referencia al ave Fénix. Se decía de él que sus lágrimas eran curativas, que tenía una gran resistencia física, control sobre el fuego y una sabiduría infinita. Era, en esencia, uno de los arquetipos más poderosos para Jung, porque en su fuego se contenía tanto la creación como la destrucción, la vida y la muerte…

"El hombre que se levanta, es aún más fuerte que el que no ha caído"
-Viktor Frankl-

Viktor Frankl, neuropsiquiatra y fundador de la logoterapia, sobrevivió a la tortura de los campos de concentración. Tal y como él mismo explicó en muchos de sus libros, una experiencia traumática siempre es negativa, sin embargo, lo que suceda a partir de ella depende de cada persona. En nuestra mano está alzarnos de nuevo, cobrar vida una vez más a partir de nuestras cenizas en un triunfo sin igual o por el contrario, limitarnos a vegetar, a derrumbarnos…

Esta capacidad admirable por renovarnos, por recobrar el aliento, las ganas y las fortalezas a partir de nuestras miserias y cristales rotos pasa primero por una fase realmente oscura que muchos habrán vivido sin duda en piel propia: hablamos de la "muerte". 

Cuando atravesamos un momento traumático todos "morimos un poco", todos dejamos ir una parte de nosotros mismos que ya no volverá, que ya nunca será igual.

De hecho, Carl Gustav Jung establece nuestra similitud con el ave Fénix porque también esta criatura fantástica muere, también él propicia las condiciones necesarias para fallecer porque sabe que de sus propios restos emergerá una versión de sí misma mucho más mejorada y poderosa.


El verdadero significado de ser mujer



En un mundo donde todo tiene etiqueta y marca ¿qué significa ser una buena mujer?
A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a diferentes situaciones que nos ponen a prueba como seres humanos. Nuestras fortalezas, debilidades, miedos y virtudes quedan expuestas según los obstáculos que surgen en el camino de la vida.

Son a través de esas mismas pruebas que llegamos a conocernos a nosotras mismas y que decidimos bajo qué creencias queremos vivir y las cosas que queremos lograr en el tiempo que tenemos en la tierra, que no siempre es largo y que por lo tanto deberíamos aprovechar al máximo.

Pero aún sabiendo la brevedad de nuestra existencia, decidimos desperdiciar los momentos más importantes prestando atención a detalles insignificantes que nos restan felicidad, serenidad y sabiduría. Nos dejamos llevar por las frivolidades del mundo moderno y poco a poco perdemos el sentido de nuestra propia identidad.

Ser mujer tiene mucho que ver con esa confusión de lo que deberíamos ser, con el peso del deber y el cumplimiento de las reglas impuestas que no siempre operan a nuestro favor.

Las mujeres de hoy vivimos atrapadas entre lo que se nos enseñó que somos y lo que cada quien piensa que es, una confusión que se resume a los detalles más banales.

Ser mujer es mucho más que una simple definición de lo "femenino", es ir más allá de un cuerpo, un rostro, un vientre capaz de procrear, categorías que podemos ocupar si así lo deseamos, pero que muchas veces también nos encierran y nos limitan.

Si no luces de cierta forma, entonces no eres tan mujer como otras. Si no tienes hijos, rechazas tu deber natural, si no te casas, si no sirves al hombre, si no eres sumisa, tranquila, llena de gracia, étc, étc, étc.

Hablamos todos los días de las cualidades que tienen las mujeres buenas, pero jamás se nos ocurre echar un vistazo a lo que llevamos dentro, a lo que cada quien quiere, a lo que cada quien busca. Ser mujer va mucho más allá de lucir como tal o de hacer lo que nuestra madre nos dijo que teníamos que hacer. No es llevar cabello largo y tener piel perfecta, no es el cuerpo ni la debilidad, no es ser el complemento del hombre.

Ser mujer es tener libre elección de tomar el camino que mejor se nos acomode, es reconocer que más allá de un género somo seres humanos inteligentes, conscientes, capaces y sensibles, cuya única misión en la vida es hacer de nuestra existencia una virtud.

No venimos al mundo a sufrir porque no somos tan esbeltas como las modelos de la tele o porque un hombre de tantos decidió no querernos. No estamos aquí para recibir ni tolerar abusos, maltratos, muerte, humillación, estamos aquí porque la única cosa que verdaderamente importa es la contribución que podemos hacer para que este mundo sea un poco mejor, aunque todo nos indique lo contrario.

Si algo tengo claro es que no puedo cambiar el pensamiento ajeno, no estoy aquí para decirte lo que debes o no debes hacer, lo que una mujer debería cumplir para ser considerada tal.

Solo estoy aquí para tomar mis propias decisiones y poner a prueba mis capacidades, aprender, crecer, mejorar y servir al bien común, sin limitarme a mi misma como agua en un vaso. Ser mujer es un privilegio y también una responsabilidad muy grande, porque de nosotras depende que un día se nos trate sin distinción, que se nos respete sin condicionar.

Para mi, ser mujer es vivir sin miedos y es una tarea en la que trabajo todos los días. 

Intuición...Este saber que se expresa sin que sepamos que lo sabemos.


La intuición ha sido motivo de apasionadas discusiones en diferentes campos del conocimiento. Ha sido protagonista de innumerables decisiones políticas, al igual que de incontables descubrimientos científicos. Sin embargo, cuando logramos resolver un problema de manera intuitiva, para muchos se explica como un simple destello en la mente, como un conjunto de coincidencias azarosas.

Por lo general, la intuición es vista como algo que está bajo un velo de misterio. Esto se debe a que se trata de una forma de percepción que nos permite acceder a conocimientos, pero no sabemos cómo se origina. Nos permite notar lo que antes había pasado desapercibido. Incluso, hacernos conscientes de algo que no desconocíamos, pero lo habíamos olvidado.

Todos en algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado instantes de comprensión intuitiva. Por lo general, los desechamos, por carecer de lógica y dudamos que tengan algún fundamento convincente. Sin embargo, aunque no exista una definición exacta para la intuición, eso en ningún momento significa que no exista.


Este saber que se expresa sin que sepamos que lo sabemos. Requiere de una integración equilibrada entre mente y corazón. Podemos hacer lo que nuestra intuición nos indica y en ese proceso de experimentación, a partir del ensayo y error, aprender a ser mayormente intuitivos. Es vital explorar el silencio a la hora de querer estar conectados con nosotros mismos para dejar fluir la mente intuitiva.

La intuición hace que emerja el entendimiento, en torno a cual podría ser nuestro sendero a seguir. Encontrar el sentido verdadero de las cosas y la naturaleza profunda de la mente. Nos permite reconocer, aprender y experimentar la verdad. Hay que entrenar la atención, si queremos desarrollar nuestra intuición.
Las experiencias previas asociadas a un sentimiento, son lo que influye en las decisiones que tomamos intuitivamente. Dicho proceso se da de manera inconsciente y tiene variables que dependen de la personalidad y creencias de cada individuo. Por este motivo es que encontramos sujetos más intuitivos que otros. Aunque buena parte del mundo de la intuición sigue siendo un enigma, experimentalmente es claro que se trata de una realidad que opera cotidianamente.