Simbolismo de la Navidad



Doce fueron los trabajos de Hércules, doce son las estrellas que coronan a la madre virgen del Apocalipsis, doce son los apóstoles que rodean al Cristo, doce meses tiene un ciclo solar y el último día del mes doceavo nosotros hacemos nuestro balance anual, nuestras promesas, y a las doce de la noche nos comemos doce uvas, tal vez como símbolo del esfuerzo que deberemos realizar durante el año (agnus, anillo, circulo, ciclo) entrante, para poder cumplir esas promesas que hemos realizado en los últimos momentos del ciclo anual.


Sobre estas fechas, más o menos del 17 al 25 de diciembre, en la antigua roma se celebraban las "Saturnalia" , que eran fiestas en honor a Saturno, en ellas, en cada comunidad y en torno a un pino, se elegía un rey entre los siervos o esclavos que se liberaban.


Ese nuevo rey representaba al caos, a la oscuridad que en estos días reinaba. Después el rey volvía a renacer y el rey del caos era apartado.

En la actualidad ese caos es representado en algunas poblaciones como en Santurce (Vizcaya) como un muñeco que al final se quema.


También el 28 de diciembre (Santos Inocentes) tenemos que soportar bromas que en otras fechas no son permitidas, y colgamos -o se nos cuelga- un muñeco que al final del día rompemos.

El 24 de diciembre a las doce de la noche, celebramos la Misa del Gallo, el gallo como símbolo del nuevo amanecer, del nuevo día que simboliza Jesús el “Cristo”, esa luz que a partir de este momento va a ir ganando terreno a la oscuridad, como si de un verdadero día se tratara.


En el año nuevo, en Roma se celebraban las fiestas en honor de Jano (de ahí el nombre del mes de enero), deidad con doble rostro: de hombre adulto, el año que se va; y el rostro de hombre joven, el año que entra. Durante estas fiestas se intercambiaban regalos, se felicitaban y se entregaban ramitas de laurel para augurar fortuna y felicidad (el laurel es un árbol de hoja perenne consagrado a la deidad solar de Apolo), al igual que nosotros seguimos haciendo hoy en día: felicitándonos, dando presentes, y deseándonos un buen año.


Todo esto nos sirve para saber de dónde vienen estas fiestas de la Navidad, por qué hacemos lo que hacemos durante estos días. Si esto lo trasladamos a toda nuestra vida, si sabemos por qué realizamos las cosas, entonces empezaremos a vivir conscientemente; entonces es cuando todo deja de ser monotonía y rutina para transformarse en una cierta felicidad serena y consciente.

10 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Janeth:

Interesantes datos los que hoy nos aportas, gracias por compartir.

¡Feliz Navidad!

Abrazos.

Raul Miranda dijo...

Es la Navidad, una época de paz y de recogimiento, en la que nos han convencido que pueden suceder los milagros si tenemos fe.

Martin dijo...

Pero realmente el origen de la Navidad va más allá del nacimiento del Mesías y de la tradición cristiana.

Tiene mucha relación con los ciclos agrícolas y el solsticio de invierno, entre el 20 y el 23 de diciembre.

En muchas y antiguas tradiciones anteriores al cristianismo, ya se celebraba por estas fechas el nacimiento de alguna deidad que ponía fin a la oscuridad, igual que el sol del solsticio marca el momento en el que el periodo oscuro y frío del año da paso a la luz y el calor y las cosechas empiezan a crecer para alimentar al pueblo.

Raul Miranda dijo...

Es la Navidad, una época de paz y de recogimiento, en la que nos han convencido que pueden suceder los milagros si tenemos fe.

Lolita dijo...

Originalmente, al sol se le otorgó el estatus de dios, era adorado por su poder. Daba calor, hacía crecer la vida en los campos, marcaba los ciclos de hombres y bestias. Por el contrario, de noche eran las estrellas y la luna las que ocupaban un lugar muy importante en la vida de los hombres, pues podían dar a los que conocían algo de los cielos, medidas de espacio y cálculos de fenómenos celestes. Así pues, si miramos en las tradiciones más antiguas y en sus mitologías, encontraremos un patrón que se va a ir repitiendo.

Carolina dijo...

Todos estos ritos eran una forma de celebrar los ciclos de la naturaleza, de formar parte de las estaciones del año. Se trata del nacimiento del sol, y en las culturas antiguas lo entendían como el nacimiento de un dios, del dios Sol. Simboliza el vencimiento del sol a la oscuridad tras una época fría, de tal manera que la tierra, los campos y las siembras empiezan a fructificar, a dar vida y alimento, pero tu amiga lo explicas de una manera maravillosa celebro tu escrito que nos ayuda a comprender lo hermoso de esta celebracion...

Ramiro Jordan Alvares dijo...

Por eso, en muchas ocasiones los dioses son seres eternos, resucitan tras su muerte de la misma manera que el sol siempre renace.

Rochies dijo...

12 los meses del año, 12 las uvas, 12 las casas, 12 los signos. Ud ya sabe de eso. Ascendemos hoy al 4 trimestre, y ojala haya doce por recordar y 12 por venir.

MAJECARMU dijo...

Janeth,muy interesantes los significados de todos los "12"
Es importante ser conscientes que la Navidad nos trae la luz del sol,la nueva espiritualidad,que se hace hombre con sencillez y humildad.
Mi gratitud por tus constantes lecciones,que nos alientan e impulsan,amiga.
Mi abrazo y que seas feliz siempre.
M.Jesús

Un par de neuronas... dijo...

Y los celtas y otras "tribus" adornaban los árboles para que no se sintiesen muertos. Y en las saturnalias se tocaban los tambores y las sonajas fuerte, bien fuerte, por la calle, para que todo despertase al nuevo ciclo...

Y llegará después la primavera...

Y llegarán a tu casa unos 365 abrazos de mi parte! Felices días.