La batalla florida


Los antiguos pueblos de la humanidad, tenían a mujeres y hombres que tomaban el desafío de trascender la vida material. 

Les llamaban "Guerreros" porque librarían la lucha más cruel y descarnada que un ser humano puede enfrentar. La lucha contra sí mismo. Contra la estupidez, la pereza y el abandono humano. La lucha en contra de las fuerzas gravitatorias que arrastran a la materia a su degradación.

A esta lucha le llamaron la -Batalla Florida-, pues tenía simbólicamente como objetivo "hacer florecer el corazón". Las armas de los guerreros eran “flor y canto” entendidas simbólicamente como –belleza y sabiduría.

Los misterios del espíritu y del estar consciente no tienen tiempo ni espacio. La sabiduría de Zoroastro, Cristo, Buda, o Manco Kapac por alcanzar un elevado desarrollo de la conciencia y la liberación del espíritu de la materia son universales. 

La sabiduría humana habla el lenguaje del Espíritu. El misterio de la vida és y seguirá siendo el mismo.

13 comentarios:

Juan Meriles dijo...

En el contexto tradicional, las guerras siempre tuvieron un doble sentido: el de conquista y expansión, y otro con sentido ritual, sagrado y mágico, referido a la lucha particular de uno contra sí mismo.

Ramiro Jordan Alvares dijo...

La férrea formación de estos hombres a través de durísimas pruebas, tanto internas como externas, para alcanzar el dominio de sí mismos, era lo que les daba la calidad de "caballeros". Practicaban la renuncia, el alejamiento material, la purificación, es decir, virtudes encaminadas a vencer la muerte mediante el sacrificio de lo humano y perecedero, accediendo así a los misterios de la vida y de lo eterno.

Luis dijo...

El gran artífice de la "Guerra Florida" es Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada, el prototipo de esa transmutación interior en el hombre que se diviniza tras alcanzar la conciencia de la inmortalidad. Él nos enseña con su ejemplo que la grandeza humana reside en la conciencia de un orden superior, y en su mito aparece reflejado el camino a seguir.

Carolina dijo...

Es el camino del amor, de la entrega, de la unión del hombre con el Todo a través del conocimiento y de arrancar del corazón la ignorancia y la materia.

Adriana Alba dijo...

El Orden es el primer hijo del Cielo.

Hasta lo que aparentemente es desorden lleva en su esencia las flores de la sabiduría para el aprendizaje del alma.

Un par de neuronas... dijo...

Ya llegué...
No son necesarias las divinidades ni las filosofías religiosas, como la de Cristo precisamente, las más ideales para el espíritu. Son, al igual que los mitos griegos, las que marcan la praxis de los humanos gobernada por el temor a los dioses.

Si basáramos nuestras creencias en la física o la química y el RESPETO con mayúsculas, cualquier liberación espiritual se buscaría en los efectos y las contradicciones d ela NATURALEZA.

ME HA ENCANTADO LO DE LA BATALLA FLORIDA, CREO QUE ES UNA HERMOSA METÁFORA, DE LAS MÁS BONITAS QUE HE LEÍDO EN MUCHO TIEMPO.

Gracias, amiga.

MAJECARMU dijo...

Janeth,igual que a Verónica me gusta mucho:"la batalla florida"la batalla contra uno mismo para ascender el espíritu...Nos servimos de la belleza,del arte,de las manifestaciones artísticas para superar el ego y transcender la materia.
Mi felicitación y mi abrazo grande,amiga.
SÉ FELIZ SIEMPRE,ME TIENES CONTIGO...
M.Jesús

isis de la noche dijo...

Amén amiga..

Así es..

besos miles!!!

Belkis dijo...

Las batallas contra uno mismo son las más cruentas pero los beneficios son los más reconfortantes.
Aprovecho para enviarte mis mejores deseos para este año que recién empieza amiga.
Muchos besos

I. Robledo dijo...

¡Porque habra que guerrear tanto...!

Se ve que el enemigo que nos pusieron en practicamente invencible... La lucha es eterna... Dura lo que nuestra vida...

Un abrazo fuerte, Janeth

Melissa dijo...

Es entonces probable que el trofeo que perseguía el guerrero de la "batalla florida" no era otro que su propia alma

Lolita dijo...

Vencer la inercia que destruye la materia. Los vicios, la pereza, la ignorancia personal. Estos guerreros de la muerte florecida, eran impecables cazadores de conocimiento y forjadores de su templanza espiritual.

Alcira Handal dijo...

Para reconciliar el espíritu y la materia de que está formado, el individuo debe sostener durante toda su vida una lucha dolorosamente consciente que lo convierte en un campo de batalla en el que se enfrentan sin piedad los dos enemigos. La victoria de uno o del otro decidirá de su vida o de su muerte: si la materia vence, su espíritu se aniquila con él; si ocurre lo contrario, el cuerpo "florece" y una nueva luz va a dar fuerza al Sol.