Faltan palabras y gestos espontáneos que indiquen la existencia de unos lazos afectivos.



Las ideas sobre la vida y sus múltiples aspectos sociales, políticos, económicos, culturales, religiosos y tantos más, varían según modas oscilantes, y como nadie quiere ser señalado como "raro", se acopla a las modas, cambiando de parecer de acuerdo a como sopla el viento.
La gente cree que ama y cree que piensa, pero no está muy convencida de la autenticidad de sus afectos ni de sus opiniones. La prueba está en la rapidez con que muchos cambian de opinión y de pareja... Los vínculos paternales y filiales se mantienen a veces por necesidad o por convencionalismo, pero falta verdadero cariño y la expresión natural de ese cariño. Faltan palabras y gestos espontáneos que indiquen la existencia de unos lazos afectivos.

La falta de comunicación proviene de la inseguridad para decir o hacer aquello que no tenemos claro ni en nosotros ni en los demás.

Creo que se impone revalorizar el ámbito de los sentimientos y reconocerlos como positivos, concediendo a cada uno de ellos el papel que puede y debe jugar en nuestras vidas. Queda en nuestras manos controlar o evitar las emociones nefastas y potenciar las que son beneficiosas, y revalorizar asimismo la capacidad de pensar, de analizar, de escoger, de decidirse y tomar determinaciones actuando en consecuencia; sobre todo, aprender a razonar uno mismo sin dejarse influenciar por lo que es aceptado o no por las corrientes de opinión.

De allí a una correcta expresión, sólo queda un paso. Es imposible sentir de verdad y no manifestarlo, tanto como es imposible pensar sin actuar de manera acorde a esas ideas.

17 comentarios:

I. Robledo dijo...

Palabras acertadas sin duda. Quizas porquen intentamos complacer a los demas muchas veces incluso dejamos de ser lo que realmente somos.

Un abrazo, amiga

Carolina dijo...

Dice en una frase Gabriel García-Márquez: “Si tuviera un trozo de vida, no diría siempre todo lo que pienso pero pensaría siempre todo lo que digo”. De acuerdo, pero además, a esta frase yo terminaría añadiendo: “Pero todo lo que dijera sería lo que pienso, lo que siento… en resumen, siempre diría la verdad”. Porque nuestra verdad es una, no otra que los demás quieran oír.

Alcira Handal dijo...

No hay nada más relajante, que más paz interior proporcione, que decir en todo momento lo que uno siente. Pero claro, en esta sociedad, hay que decir lo que conviene, lo que va a agradar al otro.

Juan Meriles dijo...

Señores, lo que es, es. Y esto es así. Nuestra realidad es una y no otra que queramos disfrazar. Es así de simple: “Te quiero” o… “No, no te quiero”. “Me gustas” o “No me gustas”. “Me gustó esta película”. “Pues a mí, no”, “¿A ti, no? Y eso?” “Pues no me gustó por esto y por esto otro.”

Lolita dijo...

Decir lo que uno piensa no es un defecto ni es una cualidad. Es simplemente lo correcto. No decir la verdad es engañar al otro y engañarnos a nosotros mismos.

A proposito el video me encanta, es uno de mis preferidos Alejandro Sanz

Melissa dijo...

Decir algo que no sientes, por agradar, es mentir. Y esa mentira o esa “realidad que no es” puede ir perpetuándose hasta no saber uno cómo salir de ella.

Raul Miranda dijo...

Ante preguntas indiscretas o difíciles de contestar, siempre podemos abstenernos de responder. Pero no deberíamos mentir. Si alguien te ha mentido en una ocasión y te diste cuenta, luego no sabes cuántas otras veces lo hará y entonces se pierde la confianza.

Brahma dijo...

Si uno dice la verdad, siempre se sentirá en paz. Nadie va a venir a decirte qué dijiste o dejaste de decir. Sólo dijiste… la verdad, gustara o no.

Mahatma dijo...

Decir: “Esto no me gustó. Esto me desagrada” es la única forma de conseguir mejorar lo que no funciona del todo bien. En el momento en que contamos nuestra verdad abrimos el puente sincero de la comunicación.

Luis dijo...

El puente necesario para solucionar los problemas. Si algo va mal, tiene el otro que ser consciente de ello para poder poner juntos soluciones. Si se oculta el problema, no se resolverá nunca. Viviremos una falsa felicidad. Una falsa tranquilidad.

Martin dijo...

La sinceridad, la honestidad, la naturalidad son los adornos más bellos de la personalidad. Nadie nos podrá echar en cara que digamos lo que sentimos.

Alicia dijo...

Los sentimientos se sienten, no se controlan. Son los que son. Están ahí. Tu opinión es la que es. Si te la piden, la darás. Si eres sincero, honesto, natural… confiarán en ti. Tú confiarás en los demás. Disfrutarás de la paz… Paz para poder vivir feliz.

censurasigloXXI dijo...

Yo creo que tratamos de no dañarnos más, los sentimientos en mi caso sueles ser muy firmes y seguros, los buenos y los malos, pero los demás me desorientan, la sinceridad ha desaparecido, la trivialidad y la hipocresía está a la orden del día. No estamos para que nos den más dolor gratuito y evitamos esos gestos que pueden ser rechazados.

Es una opinión más, ya sabes.

Muy buena entrada, amiga. Beso.

Belkis dijo...

Es importante ser honesto primero con uno mismo y luego con los demás. Es cierto que muchas veces hay confusión en cuanto a lo que se siente, y quizás por ello no se comunica con precisión. Por ello debemos analizar nuestros sentimientos y actuar en consecuencia.
Te dejo un abrazo enorme Janeth

M. J. Verdú dijo...

Pues sí, hay muchas familias sin amor y también otro tipo de relaciones que se sienten ligadas y condicionadas por condicionamientos sociales y no por el verdadero afecto.

Es triste.

He estado visitando tus otros posts y me han gustado mucho, el de Rumi, el del Uno, etc...

Tu blog es una maravilla y un pozo de sabiduría

Rochies dijo...

Es imposible sentir de verdad y no manifestarlo, tanto como es imposible pensar sin actuar de manera acorde a esas ideas...

Y cuántas veces sin embargo callamos, ocultamos, nos resguardamos. Porque seremos solo esclavos de nuestras palabras...
y cuántas otras pensamiento y palabra no concretadas en la acción.
Me has hecho pensar más que otras veces ;)

MAJECARMU dijo...

Janeth,nos falta reflexión,a veces tratamos de cumplir con las personas y actos sociales,sin preguntarnos si realmente sentimos lo que hacemos...Debemos de reflexionar y ser honestos,decir y hacer lo que realmente sentimos,tomar consciencia de nuestros pensamientos y sentimientos.
Mi gratitud por tu profundidad y mi abrazo grande,amiga.
M.Jesús