¿Quién es Dios?


"Soy el Océano del Amor;
Te muestro el camino del amor.
Mi amor permanece intacto y constante.
No me olvido de ninguno de vosotros.
Tengo tanto amor por vosotros,
y Mi amor es incondicional e ilimitado.
Soy el Bienamado.
Hace mucho tiempo que Me estás clamando"

La gente se pregunta por qué, si existe Dios, no agita una varita mágica y arregla las cosas haciendo, o al menos influyendo en todos para que hagan, exactamente lo que "deberían" hacer;...

Dios nunca despoja a nadie de su libertad de elección.

La sabiduría de Dios consiste en reconocer y respetar la identidad individual, la libertad y la bondad inherentes de cada ser.

Dios comparte el conocimiento –una comprensión profunda de las dualidades y dilemas de amor y odio, felicidad y tristeza, victoria y derrota, etc. – pero no toma las decisiones por nosotros.

El alma es libre de elegir "ser o no ser", "amar o no amar".

El amor de Dios refuerza la voluntad del ser de liberarse de las angustias ocasionadas por malos hábitos como el deseo egoísta, la ira, el miedo, el ego y el apego.

El poder de Dios ayuda al ser a reconocer su potencial más intenso y a buscar el objetivo de la perfección practicando el arte de la vida sencilla y el pensamiento elevado.

Esta práctica llevada a cabo por un número significativo de almas finalmente aportará un cambio positivo en toda la humanidad.

Durante la meditación, cuando se aprende que la mente está en sintonía con la mente de Dios, entonces, sea cual sea la situación, siempre se contara con una fuente de ayuda y fortaleza –una reserva infinita de poder y virtudes a nuestro alcance, a la que podremos acceder con sólo un pensamiento.

2 comentarios:

I. Robledo dijo...

Supongo que Dios somos todos... Casi por sentido comun parece que eso es asi...

Un abrazo, amiga

Alicia dijo...

Coincido mucho con este pensamiento, mi manera de ver a Dios es exactamente asi, el concepto que tengo de Dios es muy parecido al tuyo amiga, Dios no se involucra en nuestras decisiones, el nos ama con un amor desapegado, un amor sin condicionamientos.