Sobre la Reencarnación


Muchos libros sobre la reencarnación han informado sobre una serie de casos históricos de gente que recuerda sus pasadas encarnaciones, recuerdan quienes ellos fueron, dónde vivían y fueron capaces describir la casa y las condiciones y - aun más – la gente con quienes se relacionaron. 

Hay numerosos casos registrados en los cuales estos hechos fueron confirmados fuera de duda, por ejemplo, que tal casa estaba en tal parte y la gente mencionó que habían vivido ahí y las condiciones de vida y muerte también fueron manifestadas.

Podemos analizar la lógica en esta doctrina, sopesarla, considerarla y encontrar, por ustedes mismos, una filosofía de la vida después de la muerte que sea de ayuda para todos.

Algunos de esos que censuran la reencarnación lo hacen porque no pueden recordar sus propias encarnaciones pasadas. No es el cerebro de la primitiva entidad que reencarna, lo que evoca memorias del pasado. Lo único que regresa son las experiencias asimiladas. Quienes o qué fuimos, no tiene importancia.

Qué fue lo que hicimos y qué aprendimos, si la tiene.

Aún así hay fuertes evidencias de la memoria – no de quienes fuimos nosotros, sino en la memoria de habilidades especializadas que se traen como experiencias, los prodigios musicales o artísticos, los grandes historiadores y especialistas en otros campos que parecen haber nacido para ser grandes, nacidos para una habilidad en particular.

El creyente en la reencarnación no está interesado en un informe del pasado, pero sí en la racionalidad y la integridad de la doctrina. Recurre a la razón y a la justicia. 

La creencia en volver a nacer no debería nunca tomarse como una excusa para pecar y esperar otra oportunidad. Tiene el efecto contrario. La aceptación del principio kármico actuará como un elemento disuasivo a lo malo. 

Cuando uno sabe que "Dios no debe ser burlado, pues lo que el hombre siembre, eso recogerá", él, entonces, tiende a controlar sus acciones y cambia sus pensamientos por una razón poderosa e interesada.

Se da cuenta que renacerá en un mundo que le ayudó a mejorar o empeorar.

Esta no es una doctrina para individuos débiles. Toma mucho valor reconocer nuestras propias responsabilidades personales como así mismo el aceptar que no hay escape a nuestras acciones ni a las consecuencias de esas acciones.

Toma mucha determinación encarar el mundo y reconocer que todas las desventuras son el resultado de nuestros propios errores. 

Esta es, entonces, una filosofía para el sabio y fuerte, pero sí ofrece esperanza. Karma no es una calle de un solo sentido. 

Cosechamos todos los buenos pensamientos, las buenas acciones, las buenas palabras.

Podemos hacer uso del karma como escalera hacia una admirable expresión semejante a la de Dios.

Dentro de cada uno se encuentra la habilidad y el poder de escoger el camino, el camino que puede ser tan bueno como podemos hacerlo.

19 comentarios:

Rossina dijo...

post budista por donde se lo mire, y sumamente análogo con lo que creo creer.

MarianGardi dijo...

Asi lo veo y siento.
Un beso de luz

Red. dijo...

Me cierra mucho más la teoria de la reencarnación que la doctrina occidental, de una sola vida, un juicio final, y cielo o infierno por toda la eternidad según tu desenvolvimiento en la misma.

Además tenemos pruebas irrefutables de que hay algo mas, y de que la religión... es una -muy- mala tergiversación de la verdadera realidad.

Besos, linda!! Me encantó este post.

Red. dijo...

Me cierra mucho más la teoria de la reencarnación que la doctrina occidental, de una sola vida, un juicio final, y cielo o infierno por toda la eternidad según tu desenvolvimiento en la misma.

Además tenemos pruebas irrefutables de que hay algo mas, y de que la religión... es una -muy- mala tergiversación de la verdadera realidad.

Besos, linda!! Me encantó este post.

I. Robledo dijo...

Dicen que lo importante, lo crucial, es no olvidar lo que se conseguio aprender mientras se vivio...

Eso dicen,

Un abrazo, Janeth

Escribir es seducir dijo...

NO SE SI CREER O NO EN LA REENCARNACIÓN A VECES PIENSO QUE SI FUI ALGUIEN EN OTRA VIDA.

SALUDOS

Alcira Handal dijo...

Ya en Egipto era patente el concepto de reencarnación, y ciertamente de un modo muy científico. Casi podría asociarse a la Ley de Gravedad. Simplificadamente, la creencia era que luego de la muerte el Alma del ser humano era pesada en una balanza por el dios Anubis, y si el peso superaba al de una pluma, por la necesidad aún insatisfecha de experiencias terrenales, ésta volvía a nacer en la tierra una y otra vez, hasta que el peso del Alma fuese tan etéreo que no requiriese más vida material, encaminándose a un estado de conciencia que en la India llamarían el "Nirvana".

Juan Meriles dijo...

No parece más complicado entender la reencarnación, que por ejemplo, la resurrección de la carne, como la plantea el Catolicismo.

Alicia dijo...

Es cierto que la reencarnación está mucho más presente en Oriente que en Occidente, pero deben tenerse en cuenta todas las purgas culturales, quemas de libros y bibliotecas, y traducciones deliberadamente alteradas que han existido en la historia occidental. Esto podría llevarnos a pensar, más allá de entrar en la polémica de si Occidente alcanzó alguna vez el misticismo de Oriente, que al menos sí tuvo corrientes místicas muy profundas, con doctrinas llenas de herramientas útiles al hombre, pero que fueron veladas por intereses y manipulaciones, que siempre han existido en la historia.

Brahma dijo...

La reencarnación no es un concepto en sí mismo opuesto al pensamiento occidental.

Melissa dijo...

La idea de que si reencarnamos es porque ésta tiene alguna utilidad para nuestra vida: puede regir de alguna forma nuestro comportamiento, otorgarnos tranquilidad frente a la idea de una muerte eterna y oscura, o simplemente hacernos saber que más allá de nuestros errores siempre tenemos otra oportunidad para intentar hacer las cosas mejor

Raul Miranda dijo...

Está en cada uno de nosotros el creerlo. Pero si lo vamos a hacer, que nos sea útil, y obremos en consecuencia.

Alcira Handal dijo...

Nuestros antepasados querida Janeth, habían ya descubierto las leyes de Lavoisier: "En la Naturaleza nada se pierde, todo se transforma". Habían notado el recorrer cíclico de las Estrellas y la forma repetida en que el Sol nos alumbra cada mañana. De esto dedujeron que todas las cosas eran cíclicas; que todas las cosas eran, en parte irrepetibles, y en parte se repetían y volvían a ser.

Soledad dijo...

Lo que reencarna no es todo el hombre, sino una parte, la parte superior o espiritual que generalmente, está poco desarrollada. Nuestro tiempo está dedicado a los problemas materiales y no al desarrollo del Yo Superior...

Martin dijo...

En el "Mito de Er", Platón desarrolla esto y lo explica perfectamente. Recordemos cuando hace que le pregunten a Sócrates: "¿De dónde nacen los vivos?, y él conteste preguntando a su vez: ¿De dónde nacen los muertos? Los muertos nacen de los vivos, y los vivos de los muertos.

Ramiro Jordan Alvares dijo...

Si estamos preparados para sobrevivir en este mundo, es que podemos volver a vivir en este mundo.

Carolina dijo...

Mi querida Janeth, todas estas cosas han estado en el seno de todas las religiones; no están en oposición con ninguna religion, puesto que fueron enseñadas de alguna manera por todos los Maestros.

Jesús mismo dijo: "Es necesario renacer". Lo que se puede interpretar de varias y profundas maneras.

Estas cosas existen aún en la mente de cualquiera que tenga un sentido científico de la vida, o un sentido positivo. Porque lo que acabamos de expresar es científico y es posible desde el punto de vista positivo.

Lolita dijo...

Muy lindas todas las expreciones que se han dejado en tu blog, amiga Janeth.

Yo creo que no volvemos a vivir. Yo creo que continuamos viviendo. Creo que decir, "volvemos a vivir", sería como pensar que morimos en algún instante. Yo no creo en la muerte. La muerte no existe; es un fantasma inventado para asustarnos. Nada muere. Todo se transforma. Todo cambia.

Con la misma Ley que transforma la Naturaleza, Dios, o como se quiera llamar, es lo que nos va a llevar en la Vida y en la Muerte. ¿Cuánto nos costó nacer? Tanto como nos costó nacer, nos costará morir.

MAJECARMU dijo...

Janeth,he leido los libros de Brian Weis,ultimamente:"Los mensajes de los sabios", seguramente lo has leido,si no es así te lo recomiendo,puedes bajarlo de internet,es una maravilla.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso,amiga.
M.Jesús