Música que mueve el interior



Estoy sentada frente al computador sin saber que escribir. Tal vez sea por que es muy noche; ya casi amanece. Quizá esté especialmente sensible. Quizá sea porque escucho Laudate Pueri.

No lo sé... pero... siento que necesito escribir.¿De qué? No sé. Pero sé que si me pongo saldrá. No sé qué, pero creo que hay algo que pugna por salir, que quiere salir. Y creo que merece la oportunidad de hacerlo.


Desde que escuché las primeras notas algo se movió dentro de mí. Eso es música. Algo que mueve el interior, que hace resonar nuestro instrumento interno. Que, al igual que vibran las cuerdas del violín o del piano, vibran las cuerdas del alma. Es resonancia. Suena una cuerda y suena tu cuerda.


Y en este caso mis cuerdas vibran porque vibra la voz de una mujer deliciosa. Canta los sentimientos de Antonio Vivaldi, los suyos propios y también los míos.


Y los míos me llevan a un mundo de paz, de dicha. Como a la orilla de un lago de un día soleado y luminoso. Me llevan más allá de mi ser cotidiano, más allá de mis fútiles inquietudes. Más allá de lo vulgar de mis actos vulgares. Más allá de mi pequeño tirano.


Me llevan a un mundo soñado, pero que sé existente. Me llevan a un mundo puro y sagrado. A un mundo de silencios llenos de dicha. A un mundo en que los silencios son más hermosos que los sonidos. Al mundo estrellado de la noche en el que estás solo con Dios.


Está ahí, está aquí. Está fuera y está dentro. Está arriba y abajo. Lo inunda todo y también dejo que me inunde.
Sé que es frío, pero sé que es puro. Sé que es tenue, pero sé que es mío. Sé que es lejano y está cerca.
Pero realmente lo amo......porque soy yo.

9 comentarios:

MAJECARMU dijo...

Janeth,leo tu post,lo asimilo y lo hago mío,subrayo tus palabras...
Ese mundo interior,lejano y cercano,que vibra con la música y el arte nos pone en contacto con nuestra esencia,con nuestro Creador...
Mi felicitación por tu autenticidad y profundidad,amiga.
Mi abrazo siempre,Janeth.
M.Jesús

Myriam dijo...

¡Qué delicia! ¡ya lo creo que mueve el interior y lo llena de gozo!

Besos
(Ahora entiendo porque coleccionas buhos jajajajaja)

Myriam dijo...

(Lo digo por la hora en que andas tecleando.... jajajajaja)

Adriana Alba dijo...

Como decía Rumi...

la música eleva los corazones a los reinos superiores,
las cenizas brillan, los fuegos ocultos renacen:
escuchamos y nos alimentamos de alegría y paz.

Esculapio Hijo del Sol dijo...

Janeth tu post está muy bellos.Infinitas de gracias por tu visita a mi blog.Los omóplatos son la base de sontén de los brazos y de la parrilla costal.Tu comentario está muy acertado,te lo digo con mucha sonceridad.Qué las estrellas iluminen a tu alma.Roxana Miriam González de la Ciudad de Rosario

Raul Miranda dijo...

Un mundo sin sonidos naturales y familiares nos resultaría extremadamente extraño.

Carolina dijo...

La música comprendida espiritualmente, es el respeto reverencial a la vida.

Janeth dijo...

Mi gran amiga y compañera, aquella que siempre me envuelve y me transporta, aquella que siempre me acompaña llenando mi alma con su prodigiosa presencia, aquella que hace magia en un instante, estaba conmigo nuevamente y yo feliz a su lado.

Qué grandes amigos son la música y los libros...llenan toda mi alma con sus evocaciones y me sumergen en mundos de ensueño en un instante...esos espacios sin tiempo que todo lo contienen...y tanto añora y persigue mi amante corazón.

María dijo...

Gracias Janeth por devolverme la visita, eres muy amable.

Y hoy me quedo en esta entrada donde la música remueve el interior, has compartido una música muy bella, donde las notas musicales llegan al alma y es que hay música, cómo ésta, que envuelve, y hace vibrar los sentidos, gracias por compartirla.

Un beso.