Ha llegado la Primavera


Hace apenas unos pocos días que ha llegado la Primavera y, jóvenes o no, esta fecha encierra para todos un sentimiento de renovación y esperanza. 

Así, por lo menos durante un día, imaginamos que las cosas han de florecer, que las cosas han de resultar mejores, que las cosas tienden hacia un futuro que intentamos vislumbrar feliz. 

La Primavera, símbolo de renovación. Pero ese sentimiento no pasa de ese día, ni tampoco nuestros esfuerzos por hacer una primavera de todo el año. Cual hombres amnésicos que hubiesen perdido la memoria de leer, aunque habiendo leído mucho alguna vez, miramos sin ver, y entendemos sin entender los ritmos de la naturaleza. 

Una escondida vocecilla interior nos dice que la Primavera no es solamente una de las estaciones del año, un momento de tantos, sino que el reverdecer de la naturaleza es un mensaje, un lenguaje que nos quiere transmitir algo, aunque no sabemos qué. Imitando, como sólo pueden hacer los desmemoriados, nos vestimos de claros colores, empezamos a sentir el calor "psicológicamente", y exteriorizamos unas ansias de renovación que muchas veces no van más allá de una buena limpieza general en nuestra habitación. Y allí es donde no terminamos de entender el lenguaje de la naturaleza. 

Es cierto que ella se viste con nuevas ropas en la Primavera. Pero ella se viste todas las primaveras, año tras año, inexorablemente, con una paciencia infinita, casi sobrehumana. Y en la naturaleza, tras la primavera viene el verano, es decir, que tras la renovación de las formas, vienen los frutos de esa renovación, la plasmación de las ansias de eclosión que en principio fueran apenas semillas... Sin embargo, los hombres nos quedamos cortos... Alcanzamos a percibir una renovación, pero no la hacemos constante; no hacemos de la evolución nuestra línea de conducta, y años tras año, lejos de quitar las viejas pieles conciencialmente, necesitamos del empuje y de los embates de la vida, a veces por placer, a veces por dolor, a veces por el contemplar el calendario cuando por fin es Primavera. 

Ni tampoco tenemos la perseverancia que implica llevar hasta un verano lo que comenzó a nacer en Primavera. Nos satisfacemos con impulsos que mueren apenas nacen; nos bastan atisbos de luz en lugar de romper las tinieblas definitivamente; nos parece que es suficiente la semilla sin sospechar siquiera que ella encierra ya la futura planta; y, cuando mucho, deseamos que la planta aparezca de la semilla sin hacer nada por ello, sin regarla, sin cuidarla, sin ponerla a que reciba los benéficos rayos del sol. 

Recordemos que en la semilla ya está contenido su fruto, y no cuidar de la semilla es un crimen que atenta contra el fruto más que contra ella misma. Matar una semilla, negarle nuestro esfuerzo, es como matar el futuro en el presente. 

Y soñar con el árbol del futuro sin comenzar por cuidar de una semilla, es limitarse al plano de las ensoñaciones sin practicidad alguna. Hoy, en Primavera, es el momento. Hoy podemos elegir la semilla del árbol de nuestro futuro. Hoy podemos decidir cómo serán las ramas y las hojas que nos darán sombra en el mañana. Y para los que queremos construir, almas elevadas, hoy es el momento de cultivar la semilla que yace latente en cada uno de nosotros esperando el agua bendita del conocimiento y la fe.

16 comentarios:

Carolina dijo...

Que brillante texto Janeth, bellisimo, las palabras que viertes en este singular escrito son las que mejor definen nuestros anhelos más profundos, las que describen los estados de conciencia iluminados por el sol espiritual, ahora más brillante y fecundador que nunca.

Ramiro Jordan Alvares dijo...

Mi querida Janeth, me encanto esta entrada describiendote autentica y veras asi como la naturaleza despertando de nuevo, agitada por los torbellinos internos de energía creadora, extiende al alma su invitación a la resurrección que sigue a la muerte, al renacimiento que viene tras el desgaste.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Tu entrada me hizo recordar una canción de los años sesenta...

"Las cuatro estaciones de mi vida quisiera que fuesen un sola, sería una eterna primavera estando contigo a toda hora"


Un abrazo.

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Ahí empiezan los verdaderos sueños.



Gracias.

Myriam dijo...

Así es, plantemos buenas semillas hoy, para que mañana tengamos una buena cosecha.

¡Feliz primavera, amiga!

Muchos besos

MAJECARMU dijo...

Janeth,desde este otoño reflexivo y dorado de frutos.. acojo contigo la primavera y siembro mi fé,mi esperanza y mi amor...para disfrutar contigo del fruto de tu próximo otoño..
Mi gratitud y mi abrazo inmenso por tu cercanía y tus excelentes posts,amiga.
FELIZ SEMANA,JANETH
M.Jesús

Alcira Handal dijo...

El corazón galopa en el pecho como un potrillo joven y la fuente de la vida vuelve a fluir rejuvenecida por todo nuestro Ser, que se sabe hija de la eterna Primavera

Lolita dijo...

El Misterio renovado nuevamente nos visita, trayéndonos Esperanza y Alegría
Gracias, por hacernos conocer la Resurrección, su Poder y su Luz todo lo vivifican y hacen Renacer como el primer día...gestando tantas maravillas

Luis dijo...

La primavera, belleza que derrama hasta la más leve brizna de hierba, habla de lo bello que todo lo empapa y lo penetra suavemente.

Alicia dijo...

Sí, Janeth el enigma todos los días nos visita, nos envuelve y nos impregna con su Ser.

Brahma dijo...

Janeth, tus entradas son tan bellas, la primavera una ves mas nos visita, así como la añoranza y la melancolía también nos hacen compañía, porque a través de estas sombras opacas, surge el recuerdo del “hogar” perdido, donde siempre es primavera, porque reina la Paz, la Justicia, la Belleza verdadera, que ansía el alma prisionera.

Melissa dijo...

Unidos a la Vida, renovamos nuestras energías, renacemos de nuestras cenizas. Remamos por el tiempo y el espacio buscando romper el hechizo que nos mantiene encadenados.

Janeth dijo...

¡FELIZ PRIMAVERA, ES TIEMPO DE RENACER!

Raul Miranda dijo...

Hermosa entrada amiga la primavera es la principal flor del año asi de esta manera empieza el ramillete de colores que colorean la vida.

Un beso de primavera

Soledad dijo...

Linda temporada esta de la primavera, allí en nuestro interior, renovamos nuestras fuerzas, acercándonos al fuego del hogar. Y volvemos al mundo como niños aportando la felicidad de ese reencuentro con la familia

Janeth dijo...

Gracias amigos del alma, por tanta ternura derramada, gracias por escribir,...sean felices, dejen que florezca lo mejor compartan y contagien alegria.

Abrazos, siempre