Las palabras convencen, el ejemplo arrastra
Para vivir en paz lo mejor es no depender de nadie, pero a la vez tenemos que ayudar a los demás a que no dependan de uno. Ayudarles a ser personas independientes, libres y responsables de sus vidas. De la misma forma asegurarnos de no causar pesar a nadie. Y no permitir que los demás se conviertan en una fuente de dolor para uno.
Nuestras palabras pueden impresionar a los demás. Dirán: "qué bien ha hablado, qué interesante lo que ha dicho" pero si no practicamos lo que decimos, no se sentirán motivados a hacer algo. Nuestras acciones son las que de verdad inspirarán y les mostrarán cómo hacerlo.
El ejemplo sigue siendo la mejor de las enseñanzas, la mejor demostración y el más acabado argumento.
Con los hábitos, no nos rindamos o perderemos nuestra dignidad.
Con nosotros mismos, no nos rindamos o perderemos nuestro destino.
Con los demás nunca des lo peor de ti o nunca desarrollarás lo mejor de ti.
El dicho, "lo que damos es lo que recibimos".
11 comentarios:
Hoy, las palabras carecen de significado por sí mismas, necesitan ser explicadas, necesitan ser sentidas, necesitan ser vividas.
Lo que tenemos que tocar no es el cielo, sino el corazón del hombre, y llegar de nuevo a una convivencia básica y humana.
Bien dices Janeth, hay que ir del pensamiento o la palabra a la acción,eso es lo que resuelve y ejemplifica.Tenemos que soltar la mano para que aprendan a volar, o dejen la comodidad de que resuelvan por ellos.
Un abrazo.
Si miramos un poquito más allá, superarse a sí mismo día a día, no sólo ayuda en nuestro círculo más cercano; estamos aportando unos cuantos granitos de arena para que nuestro mundo sea un poquito mejor.
Efectivamente, la mejor enseñanza va con el ejemplo y cuando somos padres creo que la humildad para reconocer nuestros errores y evitar que los cometan nuestros hijos, es una demostración del amor que sentimos por ellos.
El Mejor tipo de Amor es aquel que despierta el alma y nos hace inspirar a más, nos enciende el corazón y nos trae paz a la mente.
Un verdadero Maestro enseña con el ejemplo; es decir, que el poder de su sabiduría se encuentra en la acción, en la obra, como reflejo de sus pensamientos. Un Maestro es vehículo de conocimiento. Y lo debe inspirar primordialmente con su propia vida.
El camino para serlo, para algunos podría resultar largo y difícil, pero así es el sendero que contiene una atenta observación de uno mismo. Y es que el verdadero Maestro es el principal alumno de la vida. Por ello siempre tendrá algo nuevo que enseñar. Y por ello siempre lo hará a través de su ejemplo.
Janeth es verdad lo que mencionas en tu post.Las reglas fundamentales además de decirlas hay que realizarlas con el ejemplo de que sirve tanto hablar si nada de los que se dice se aplica y la gente menos lo va a hacer ya que no hay incentivo,ni entusiasmo.Amiga gracias por tu luz y que los Dioses iluminen tu alma.Roxana González de la Ciudad de Rosario
Si,es importante ser libres y dueños de nosotros mismos...Ser conscientes de que debemos aportar lo mejor en palabras y actos y no dejar que nada,ni nadie nos cambie la voluntad y la entrega diaria...Es un verdadero reto, pero es la única manera de ir creando nuestro mundo y mejorándolo.
Mi gratitud y mi abrazo grande por reocordárnoslo.
M.Jesús
"Por los actos, los conoceréis" en efecto y siempre dando lo mejor de uno, sin más y es suficiente.
Sin más me refiero a la carga de obligaciones, imposiciones, reglas.
Besos, querida Janeth que tengas una primavera excelente que ya empieza a asomarse por tus lares.
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