¿Vive el estúpido más tranquilo y feliz, ajeno a las preocupaciones del sabio?


"¡Por los dioses inmortales! Decidme, ¿Hay alguien más feliz que esos hombres a quienes las gentes llaman estultos, necios, imbéciles y tontos? 
Quizá a primera vista esto parezca absurdo y, sin embargo, es una gran verdad.
En primer lugar, estos se ven libres del miedo a la muerte, (…) no sienten remordimientos de conciencia; (…) no los turba el temor de los males que los amenazan, ni se hinchan de orgullo por la perspectiva de los bienes futuros; no conocen la vergüenza, ni el respeto, ni la ambición, ni la envidia; en una palabra, no los consumen las mil y mil preocupaciones que atormentan la vida."


Lo escribió Erasmo de Rotterdam en su sátira "El elogio de la locura", y pese a todo, nos da algunas cuestiones para pensar.

¿Es la sabiduría un arma de doble filo? ¿Vive el estúpido más tranquilo y feliz, ajeno a las preocupaciones del sabio?


15 comentarios:

Mª Jesús Muñoz dijo...

Janet, ya lo dijo Unamuno en una de sus novelas,las gentes del pueblo, que ignoran y son pobres en conocimientos, son felices,porque no piensan, se limitan a vivir cada día, a disfrutar de las cosas sencillas...Sin embargo,el que sabe sufre,duda,cavila y desconfía de todo y de todos...Es difícil encontrar ese equilibrio entre mente y corazón, pero ahí seguimos intentándolo, amiga...
Mi gratitud y mi abrazo grande.
M.Jesús

censurasigloXXI dijo...

Ay, amiga mía. Tantas veces he pensado que el ser crítica con el mundo no me ha traído más que problemas. Otras tantas veces trato de conversar con personas geniales, no quiero parecer pedante,pero me ha costado un gran trabajo bajar y bajar el nivel, hablar de los hijos, las recetas, la ropa... o deportes, o el tiempo... al final, me vale más mi amistad con personas sencillas que con dogmáticos que no saben conversar porque apabullan creyendose la verdad absoluta.

Pero sí, pienso que viven más tranquilos, o tal vez sus preocupaciones son otras, las que comento antes. Bueno esas otras también las tenemos los demás pero son algo diario, no la vida en sí.


Uf, complejo el tema. Un beso.

Ximena dijo...

Pienso que no hay igualdad de elección, porque el que sale de pequeñas "ignorancias", ya no puede retomar su estado anterior.
El conocimiento es un camino de "ida".

Brahma dijo...

Lo que podría elegirse es si queremos seguir aprendiendo o si preferimos clausurarnos cognitivamente en algún punto, para evitar que algo que existe dentro de ese extra-mundo de nuestras nociones, nos duela o nos haga infelices.

Alcira Handal dijo...

A mí, el hecho de aspirar al saber teórico o experimental, me causa placer y plenitud, aún cuando descubra que cada vez que me meto en una historia compleja, voy a conocer infinitas injusticias, decadencias, avasallamientos a los Derechos del Hombre (a mí misma!), traiciones ideológicas, engaños, etc. Pero también estarán las revelaciones de las Ciencias, la luz de nuevas investigaciones y hallazgos, y el saber las causas y las consecuencias de hechos históricos que han afectado y que si no rectificamos, volverán a afectar a la Humanidad.

Por supuesto no hablo de la curiosidad por los chismes de barrio. Me refiero a otro tipo de apetencias: artísticas, culturales, políticas, filosóficas, y demás.

Mientras estamos engañados, podemos ser felices si vivimos en una burbuja que nos hacen creer perfecta. De lo contrario, a la primera duda, ya nos sentimos unos imbéciles que hemos sido presas de los embustes o de las artimañas de otros más vivos o más inteligentes. Y eso, no puede causar placer, salvo para un masoquista...

Mahatma dijo...

Pero por que razón no se podría ser feliz viviendo en la realidad?

O infeliz en la mentira?

Pero de todos modos, prefiero la verdad, sea como sea, así sea dolorosa y amarga, puesto que es la realidad, y aunque viva feliz en una mentira, al fin y al cabo, es una mentira, no es algo real, y por más feliz que sea viviendo esa mentira, no podre cambiar lo que es real.

Saludos!

Raul Miranda dijo...

Hay una brecha entre ser ignorante y hacerse el ignorante... prefiero ser feliz en un mundo descarnado, que feliz en un mundo de color de rosa... por lo menos así, cuando me toque llorar, no me derrumbaré al destrozarse mi mundo de ilusiones... ¡Qué rayos!, quien me conoce bien, sabe que soy ingenuo... >:D
Yo ignoro el hecho de que no a todos les caigo bien con algo de indiferencia...

Luis dijo...

Ser feliz en ignorancia cuando tienes una astilla clavada en la mente, o vivir con más información de la que se necesita, a mí me parece un error a largo plazo. Esto ocurre cuando nos cerramos o nos abrimos demasiado al entorno. Cada cual que busque su propio equilibrio. Pero que alguien no vea el telediario, o que se meta de lleno en el mundo de la política, si siente que es lo que debe hacer, creo que hace lo mejor en cualquier caso.

Juan Meriles dijo...


Yo pienso que no. Creo que la ignorancia puede ser muy dolorosa.
Sin embargo, hay gentes muy simples, que se dejan guiar por el convencionalismo, que se refugian en la vida inauténtica, que viven dentro del "así se hace", dentro del "así se dice". Creo que esas gentes tienen cierta "felicidad". Pero esa "felicidad" es inauténtica y sólo sirve para velar la angustia que sienten dentro de ellas.
La felicidad, yo creo, no existe. La felicidad es un estado. Pero ese estado no puede ser permanente. Forzosamente el individuo tiene que fluctuar en sus estados. Y son muchos más los motivos para sufrir y padecer que los motivos para ser feliz.

Janeth dijo...

Mis queridos amigos del blog,...ciertamente es un tema complejo y con muchas aristas de donde agarrar,...así también pensaba Voltaire filosofo y escritor francés,.... En la sección de Filosofía Esotérica tengo un cuento de el, que explica lo complicado que es para un pensador tratar de ser feliz teniendo un grado de conocimiento elevado,....

Si quieren leerlo pinchar aquí: Historia de un Brahmín http://janecaste.blogspot.com/p/filosofia-esoterica.html

Melissa dijo...

Algo así me contó mi abuela, pero ella era ignorante e imbécil según, tu historia, digo la historia del link que nos mostraste Janeth.

Iba Dios caminando y encontró una vieja laborando la cosecha y desgranando el maíz, Dios le pregunto -¿que haces? y la viejita le contesto: -hago que se llene mi despensa para el invierno que ya viene y Dios le dijo: -muy bien mujer previsora, mas adelante encontró una moza, columpiándose, y Dios le pregunto -¿que haces? la moza dijo: -columpiarme señor.
Dios muy astuto -no ves aquella viejita preparándose para el invierno que ya viene? -siiiiiiii pero tengo ganas de pasarlo bien y hoy voy a columpiarme
Dios dijo: y que comerás mañana? no se Dios proveerá Dios siempre provee
pues así fue ...........al día siguiente la viejita murió y la moza pudo comer todo el invierno.
El esfuerzo de unos provecho de otros.
Por eso; me enseño mi abuela que no vale la pena tanto sacrificio ni saber tanto que la vida te lo da o te lo quita. Y no hay mas.

Soledad dijo...

Bien por Voltaire!

El problema de los necios es que son felices pero cargan un taco de dinamita en la espalda, que explotará en cualquier momento. El sabio se complica, pero esa complicación le va abriendo las puertas del éxtasis, no del placer mundano de los necios, y en vez de dinamita carga oro en su espalda y lo distribuye por dondequiera que va.

Lolita dijo...

Me recuerda lo que leí en el sermón de la Montaña, y como que lo explica un poco. Entre todas las bienaventuranzas, hay una que tarde mucho tiempo para comprender. "bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos será el reino de los cielos".

Acostumbrada a pensar que la razón y la inteligencia son los bienes mas preciados, encontraba -sinceramente- chocante esta bienaventuranza. Cómo los pobres de espíritu? -pensaba- los simples?.

Pero mira que tan cierto es. Quizá es mas feliz una persona que no se tortura la mente con elucubraciones necias. Pensando en cosas que no puede comprender. Feliz aquel que tiene fe, y que cree sin cuestionarlo todo. Que es feliz con lo que tiene y que no necesita nada mas.

Quizá por eso es tan difícil entrar al reino de los cielos. Siempre preferimos el fruto de la ciencia del bien y del mal, a la estancia en el paraíso terrenal.

Un saludo.

I. Robledo dijo...

Creo que, como siempre, "en todas partes cuecen habas"...

No tengo claro que la felicidad de las mentes sencillas sea algo despreciable...

Tampoco tengo claro que la sabiduria de los filosof os sea realmente o no verdadera sabiduria...

A estas alturas no tengo claro nada, salvo que haya que ponerlo todo en duda

Un abrazo fuerte, amiga

Myriam dijo...

Ya lo creo que d apara pensar... ¡y mucho!