El carro alado,..mito de Platon,..una de las descripciones más notables de la personalidad humana



Estaba pensando en las costumbres humanas, su forma de ser y su desarrollo a través del tiempo,... también pensaba en uno de los mitos de Platón, probablemente uno de los más famosos: El carro alado, una de las descripciones más notables de la personalidad humana: "El cuerpo humano es el carruaje; el ser, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos: nuestra parte irascible y nuestra parte concupiscible (las emociones positivas y las negativas)".

¿Qué les parece su analogía?...¿Aún vigente?....

13 comentarios:

Esculapio Hijo del Sol dijo...

Janeth,gracias por tu bella visita a mi blog.Con respecto a tu post es verdad lo que dice el Mito de Platón nuestro cuerpo es nuestro vehículo y transporte.Amiga que las estrellas iluminen a tu alma.Roxana Miriam González de la Ciudad de Rosario

Mª Jesús Muñoz dijo...

Ester, estoy de acuerdo con el mito de Platón, pero a veces es el corazón,quien debe tomar el mando y sujetar con sus riendas a los caballos del pensamiento, que se desbocan de forma ligera e imprudente...El hombre debe llevar un equilibrio entre mente y corazón y a veces es difícil, porque carro,riendas y caballos están profundamente unidos...
Mi gratitud y mi abrazo grande, amiga.
M.Jesús

Gemma dijo...

Qué interesante! yo creo que es así, los caballos, a veces, se desbocan y si no hay unas buenas riendas para frenarles, puede ser fatal.. todo en su justa medida..muchas gracias por seguir compartiendo! un abrazo

I. Robledo dijo...

Asi es, amiga... La vida es una mezcla de dualidades siempre...

Un abrazo fuerte, Janeth

Carolina dijo...

Claro que esta vigente amiga y lo estará por el resto de los tiempos, ya que las personas mantendremos los dos aspectos de nuestra personalidad por siempre esta muy difícil separar ambas partes,..somos duales y lo seremos por siempre, es mi opinion

Ramiro Jordan Alvares dijo...

Necesariamente, pues, resulta difícil y duro el manejo de nuestro carro, que simbólicamente representa nuestra vida.

Alcira Handal dijo...

Saber coger las riendas de los dos caballos, alimentarlos de forma apropiada, sería la clave para conseguir armonía en todo lo que hacemos y la verdadera felicidad.

Luis dijo...

Janeth, me parece muy lindo el tema que traes ahora, el mito es una puerta que separa o enlaza el mundo sensible del mundo de las Ideas, es una forma de comunicación con ese mundo, inaccesible aun para el hombre en toda su magnificente grandeza.

Mahatma dijo...

El mito tiene varias propiedades. Se trata de uno de los exitosos sistemas utilizados en las escuelas iniciáticas, por cuanto sin dejar de ser racional, posee algunos elementos pararracionales con la propiedad de despertar en el hombre y en la mujer ciertos aspectos que están más allá de su estricta capacidad de razonar. Donde la razón no llega, el mito sí; está más cerca de la intuición que de la razón. El mito nos habla de una verdad en lenguaje simbólico, y ese lenguaje presenta notables ventajas; es suficientemente rico, amplio y plástico como para que dentro de ese simbolismo cada cual capte lo que pueda asimilar. Ante el mito nadie se queda "en blanco" mientras que ante una explicación racional sí. Por eso Platón acude al mito cuando tiene que explicar elementos tan sutiles como para que no encajen dentro de la estricta capacidad humana

Soledad dijo...

La analogía esta vigente, siempre lo estará, es algo inherente en nosotros, ambos caballos semejan los temperamentos del hombre y la mujer y esta presente en toda la naturaleza, como ser la sombra y la luz, el día y la noche, la vida y la muerte, etc

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Esa analogía es de todos los tiempos mientras seamos esclavos de ese tiempo.


Un abrazo.

Rochies dijo...

Mi amiga, había perdido tu link veo que mantienes clara tu esencia y genuina a lo que sostienes con tanta certeza siempre.

Micaela dijo...

Sigue siendo vigente esta imagen. Estupenda comparación. un fuerte abrazo y un placer leerte después de un tiempo de ausencia. Besos.