La Locura de ser un Quijote...


"Es necesario exigir de cada quien aquello que cada quien pueda dar."
Antoine de Saint-Exupery (El Principito)


En la literatura Universal existen personajes que por sus características, se han constituido en arquetipos humanos cuya vigencia histórica y literaria es permanente. Es tal la fuerza de su personalidad, que su “realidad” la percibimos como si de seres irreales se tratase.


Don Quijote es uno de aquellos personajes. Creado por la pluma de Miguel de Cervantes Saavedra, da vida a la novela cuyo título original es “El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”.


No pretendo en estas líneas comentar las innegables y aclamadas cualidades de belleza y armonía de la obra o la solidez de la estructura conceptual de la misma.
Mi pretensión es acercarme al Quijote humano, al Quijote profundo, a aquel ingenioso hidalgo que página a página, llena nuestra alma de romántico anhelo por dedicar la vida a un Ideal y luchar y combatir por todo lo noble y todo lo bueno.

¿Dónde reside esa mágica fuerza que nos llena de respeto y admiración por aquel que enloqueció leyendo novelas de caballería y se lanzó a deshacer todo tipo de agravios y entuertos?
Todos aquellos personajes se encuentran en nuestro inconciente, interactuando e impulsándonos desde nosotros mismos o desde el entorno, a actuar y vivir según la manera como ellos son movidos o conmovidos.

Por ello, conforme avanzamos en la lectura de la novela, mientras reímos con las divertidas complicaciones que se presentan, se va levantando una secreta admiración por aquel hidalgo que vio transfigurada a una humilde campesina en su Dama Dulcinea del Toboso.

Y así vamos, poco a poco, haciéndonos partidarios de Don Quijote, y sin darnos cuenta despertamos un dormido idealismo con más y más fuerza, hasta que acabada la lectura deseamos intensamente que el Caballero de los Espejos sea derrotado por nuestro héroe.

Porque ya para entonces hemos casi descubierto la espléndida vida del ingenioso hidalgo y la triste existencia de los cuerdos, que pugnan por hacerle entrar en razón, para que abandone esas locuras de Damas y Caballeros, y retorne a su casa a llevar una vida apacible, lejos de las aventuras, de los riesgos, del entusiasmo y todo motivo profundo de vivir y morir.


Tarde!, el Sancho de la novela descubre la dicha inmensa de vivir con un ideal. Tarde!, porque ya Alonso Quijano ha vuelto a la vida y Don Quijote ha muerto como un valiente; y, puesto que no fue él quién vivió tales aventuras, no las recuerda.

Tarde!… como tarde en muchos será el despertar hacia los ideales cuando la vida inicie su curva descendente.
Ese Quijano profundo no está en la novela, allí vive solo un reflejo.

Tampoco se encuentra en el tiempo. Tampoco se encuentra en el insigne Miguel de Cervantes. Ese Quijote humano y profundo está, pues, en nosotros, si tenemos la fuerza y el valor de ser Idealistas.

Aquellos que ya no tienen ideales, que han abandonado la vida heroica y apasionada, son aquellos que dieron muerte al Quijote de su corazón, reemplazándolo por el mediocre Sansón Carrasco. Para estos últimos, la existencia perdió vida, perdió impulso, perdió sentido.


Los médicos de hoy han diagnósticado como Locura, al mal que le aquejaba a Alonso Quijano; y todos los mediocres del mundo sonrieron satisfechos, y todos los tibios del mundo proclamaron la Santa cordura de… ser tibio. Como Idealistas, en cambio, nos rebelamos contra ello.

Porque no es locura vivir por un Ideal, ni locura creer en la existencia de Damas y Caballeros o rendir culto al honor, y luchar por la justicia defendiendo a los pobres, a los necesitados y a los débiles.
“No es locura creer en Dios.” “No es locura amar todo lo noble y todo lo bueno.”

“No es locura enfrentarse con los gigantes para convertirlos en molinos de viento.”
“No es locura en esta locura del mundo de egoísmo y violencia ser idealista.” “No es locura seguir la divina enajenación de Don Quijote.”

“No es locura luchar apasionadamente por la construcción de mundo nuevo y mejor.”
Si eres idealista el Quijote profundo está en ti.

Dr. Ricardo López R.

Director del Centro Médico Seraphis

10 comentarios:

I. Robledo dijo...

Amiga, el otro día estuve en Montilla -la ciudad de los vinos- donde vivió Miguel de Cervantes... Allí también vivieron las Camachas, unas "brujas" a las que la Inquisición traía a maltraer... Cervantes habló algo de ellas en una de sus novelas ejemplares, quizás en El coloquio de los perros...

La Camacha, la principal, era una mujer de armas tomar.

Un abrazo, amiga Janeth

(por cierto, alli, durante muchos años, tambien vivió el Inca Garcilaso de la Vega, nacido en el Cuzco)

Myriam dijo...

Me gusta la visión idealista del Dr. Ricardo López. ¿La aplicará en su trabajo? Como Director de un Centro Médico, me imagino que se ha dado contra unos cuántos molinos de viento. No debe ser fácil. Nada fácil, mira a otro Quijote: EL DR. Favaloro, de Argentina, no le fué tan bien al final.

Besos

MAJECARMU dijo...

Esa "locura" que le llevó a elevarse por encima de sus circunstancias humanas,es "locura divina",la misma que le ha permitido elevarse por encima del tiempo y sobrevivir como obra imperecedera.En ella vemos a través de sus capítulos los sueñós,ideales y valores humanos,que luchan contra la caducidad de la materia y ceguera e incultura de la realidad.

Mi felicitación por mostrar en tus posts el reflejo y el alma de "una Quijota"..Y mi abrazo grande,Janeth.
M.Jesús

thot dijo...

Qué precioso post. Me encanta por manchego que soy pero mucho más por su significado. El idealismo trasciende por encima del aborregamiento general. Es bueno ser un Quijote de lo que consideramos justo.
Un beso.

sky walkyria dijo...

todo quijote necesita de su sancho
aunque se disfrace de dulcinea...

el idealismo puro necesita del amor terrestre para no desquiciarse y pero aun, infelicitarse...

cariños y luz

lanochedemedianoche dijo...

Lo soy y lo seré siempre, que bello texto, como lo disfrute, ese quijote estará en mi, en muchos que sienten que la vida es lo ideal del idealismo libre, sabiéndola vivir a pleno.

Besos

Belkis dijo...

Si luchar apasionadamente por la construcción de un mundo nuevo y mejor, se considera locura, yo me tildaría de loca porque prefiero ésta a una verdad que me abata, y estaría muy orgullosa por ello. Desde luego quien pierde los ideales, la fe, la esperanza, las ilusiones, no tiene ninguna razón para seguir su devenir por este mundo. A veces cansados de descubrir las vergüenzas del mundo, se tiene la sabiduría de andar los vericuetos de la locura.
Un cariñoso abrazo Janeth

Janeth dijo...

Antiqva, hace años que lei "El coloquio de los perros" de Cervantes otra novela hermosisisma,...Pero hay más: en Los trabajos de Persiles y Segismunda se cuentan hasta tres episodios sobre brujas o hechiceras.

La primera de ellas practica una suerte de medicina popular centrada en el uso de hierbas y conjuros.

La segunda es una hechicera morisca, de nombre Cenotia, que vuela por los aires y es una experta preparadora de ungüentos a partir de hierbas diabólicas.

La tercera es una hechicera judía experta en magia amatoria, aquella que utilizaban las mujeres para libe­rase de maridos molestos o conseguir el amor de hombres ajenos.

Mi querida Myr, gracias por escribir, la verdad es que no se si este doctor aplicara su idealismo en su trabajo con la misma pasion como se siente en su escrito, yo lo saque de una pagina de Nueva Acropolis, me gusto mucho ya que creo que muchos de nosotros llevamos un Quijote dentro, lei sobre el Doctor favaloro, y si no debe de ser nada facil lidiar con tanta responsabilidad....

M.Jesús, si amiga es verdad esta obra se mantiene vigente a traves del tiempo por sus valores escondidos, por el mensaje que entrega, por su fuerza y mas que nada por la variedad infinita de los personajes, mediante un personaje que nos muestra un valor humano incalculable

Thot amigo si es lindo ser un Quijote, y defender la causas justas, es un idealismo que llevamos dentro desde que nacemos.

Sunny, es verdad que el idealismo necesita amor, como todas las cosas que avivan el espiritu, sin amor escasamente se moverian los engranajes que mueven la maquinaria de los impulsos y las motivaciones.

Medianoche amiga, asi es y me fascina que seamos asi, personas satisfechas en la medida en que la satisfacción es alimento de los humanos.

Tienes razon Belkis, y es este especialmente el mensaje de la magna novela de Cervantes la falta de justicia en el mundo lo conduce a un estado de mayor locura.

Kharmen dijo...

Interesante y bonito articulo. Yo he intentado leer el Quijote infinidad de veces, pero nunca he podido acabarlo, ignoro porqué pero es un libro que me pone de malhumor.

Sin embargo el personaje Quijote me gusta, y Sancho también.

Saludos

Janeth dijo...

Kharmem ne hizo gracia tu comentario te hace enojar el quijote??? jajjajaja, si es un libro divertido,...bueno desde el cristal de cada uno, viste hasta la lectura es subjetiva como todo arte amiga, gracias por escribir, te deseo lo mejor....