Para que la conciencia pueda hablarnos


El buscador requiere la aprobación de su conciencia. Pero, cuidado, no llamemos conciencia a los simples apetitos, a las dudas sin respuesta, a las debilidades, a la sinrazón. 

Para que la conciencia pueda hablarnos y señalarnos lo que es conveniente o no, antes debe despertar como tal conciencia.

Antes uno debe haberse cultivado en el desarrollo de la fortaleza moral, del discernimiento, de la catarsis de los sentimientos.

Se debe haber actuado y haberse equivocado sin miedo a reconocer los errores, sin miedo a rectificar lo que no es válido. Debe haber pasado por muchas pruebas para reconocer esa voz interior como algo íntimo, estable, consustanciado con su verdadero ser, voz que no se altera con el clima de las pasiones ni de las modalidades cambiantes.

12 comentarios:

Myriam dijo...

es que el buscador siempre debe estar atento...

MAJECARMU dijo...

Ese buscador ha de tener firmes sus valores,su constancia,su paciencia,su fé,su esperanza,su humildad y su amor a la vida...Entonces su conciencia tendrá una voz muy clara,amiga.
Mi felicitación y mi abrazo grande,Janeth.
M.Jesús

MAJECARMU dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ian Welden dijo...

Eres una filósofa genial.
Te adentras en el corazón de la existencia y emites tus sabios veredictos con la habilidad de una luna boliviana.
Un saludo chileno/danés desde una Copenhague que no le teme al temor,

Ian.

Adriana Alba dijo...

Prueba y error, aprender de los errores para rectificarlos, para no volver a cometerlos, y extraer de ellos sólo lo positivo.(darse cuenta)

Abrazos Janeth y gracias.

Luján Fraix dijo...

Es cierto, hay gente que parece no tener conciencia, es que no ha pasado por distintas pruebas, no ha escuchado todavía la voz interior.

Un beso querida amiga.

Brahma dijo...

Indudablemente es una visión o percepción que rebasa lo intelectual y racional. Es el alma quien percibe, es el aspecto más elevado de nuestra conciencia la que puede desvelar paulatinamente los Misterios.

Ramiro Jordan Alvares dijo...

Los antiguos egipcios explicaban que los Misterios se intuyen o se perciben con el corazón, ese corazón especial que constituye el alma humana. Aqui un fragmento del libro El mundo mágico del Antiguo Egipto, de Christian Jacq, las siguientes palabras: "... el centro de las percepciones más finas es el corazón. No es el órgano en sí, sino el centro inmaterial del ser...".

El corazón nos permite sentirnos unidos a la Naturaleza entera, a todos los seres, y percibir una misma energía en todo y en todos aunque adaptada a las diversas formas y circunstancias. De este modo es más sencillo entrar en contacto con el propio espíritu, con Dios... y romper las terribles barreras que, según la mente, separan la vida de la muerte. La energía es una y permanente.

Soledad dijo...

El alma avanza de una etapa a otra de evolución…. día a día. No hay nada que no deje su huella liviana o profunda, ya mire hacia afuera o hacia adentro…. todo va dejando en nuestro interior su perfume, su esencia…. cuando el "ojo de la atención" está abierto y atento.

Janeth dijo...

Cuando los ruidos se apagan, dentro y fuera, todo es quietud, entonces la conciencia se despereza, se yergue y mira a su alrededor y ¡oh prodigio!, en el espejo de la naturaleza se contempla. Descubre la misma alma, fuera, por doquier, y lentamente recuerda.

Alcira Handal dijo...

Hace años supe que hay gente que enmudeció por dentro de tanto hablar, por falta de contacto con su Ser interno. Y es que a él se lo halla únicamente a través del silencio que busca la Verdad. Basta no escucharlo para perderlo, para que en silencio, sin que nos demos cuenta, nos abandone.

Carolina dijo...

Janeth, para conocer su lenguaje, el del silencio, y para que en silencio nos expresemos, hay que saber usar el lenguaje hablado como si fuera oro, con mucho cuidado y respeto, empleándolo siempre como instrumento en pro del bien; es entonces cuando el bien comienza a hablar a través nuestro.

Aquel otro, el "Silencioso", ese que sólo escuchamos nosotros, no tiene que maquillarse u ocultarse tras velos para mostrarse al mundo. Cuando lo hace, siempre es por Amor al Bien, para recordarnos el tesoro olvidado, que ha cubierto el tiempo, para que ante su cercanía anhelemos despertar el Ser que todos llevamos dentro.