Una Luz en el Sendero

Cada uno ha de recorrer solo su propio camino, pero podemos compartir algún tramo con otros que lleven nuestro mismo rumbo, hacernos compañía y ayudarnos un poco.

Por eso, porque camino como tú; porque me gustaría, si tú quieres, que me acompañes un trecho, he abierto esta ventana, donde poner en común reflexiones y vivencias.

La vida nos pertenece. Nada puede asustarnos. Caminamos. El camino de la serenidad.

No tengo los mapas, no sé dónde nos llevará el siguiente paso. Pero, juntos podemos buscar la mejor ruta.

29 de marzo mi cumpleaños:


Estamos finalizando Marzo, y hoy 29 es mi cumpleaños…


Caminaba de vuelta a casa, meditaba sobre la inmortalidad, pensaba en un futuro de gloria con mil batallas ganadas.


Ahora vengo a darme cuenta que se puede trascender el espacio-tiempo dejando escritos mis pensamientos y mi manera de sentir. Y que después de morir alguien leería mis escritos y de alguna forma me estaría comunicando con esa persona.....


Pase algo confundida, estos últimos años y de pronto como un relámpago que ilumina la noche, comprendí que la inmortalidad no es no morir, sino seguir viva, mas allá de la muerte misma.


Es decir que consiste en haber vivido cada segundo con plena intensidad saboreándolo en esencia.


Ahora mi alma se alegra y disfruta enormemente mis días.

El camino a la Magia


Para la magia antigua no había conocimiento posible de la Naturaleza, sin un previo conocimiento de sí mismo del que pretende lanzarse hacia la Naturaleza. El «conócete a ti mismo» no es tan sólo saber quién soy, cómo soy, qué hago, qué me gusta o qué no me gusta; es un proceso de purificación, en el que no se trata de conocer tan sólo la parte superficial y externa del hombre, sino de conocer lo mejor del hombre. Y para conocer lo mejor hace falta purificación.

Otro paso en el camino del mago, era -aunque parezca paradójico- el silencio, la reflexión. Porque cuando la mente calla y las preguntas se apaciguan, se abre una forma de sentido interior, que permite ahora sí, captar de una manera más sensata, más tranquila, más profunda.

La magia es humana y está en el corazón de todos los hombres. Pero, como con otros muchos conceptos, hay que darles nueva vida, nuevo valor. ¿Cómo se les infunde vida? De la misma manera en que se infunde vida a un ser, se infunde vida a un concepto. Al concepto de magia, se le infunde vida otorgándole nuevamente, crédito. Volviendo a investigar, volviendo a estudiar, volviendo a ese pasado que no es un pasado ajeno, sino nuestro pasado, el pasado de la Humanidad.

Es probable que, como siempre han dicho los antiguos, existan muchos escalones, muchas formas de magia: desde la más sencilla, desde la más ínfima y simple, hasta la más compleja, aquella de conocer el Universo, sus Leyes, sus misteriosos porqués. Toda esta magia nos pertenece, está en nuestras manos el convertirnos en magos, en sabios; en una palabra, en seres humanos con conciencia.

Las Termópilas


Puede afirmarse que la batalla de las Termópilas fue uno de esos contados momentos de la historia que han marcado de un modo definitivo e indiscutible el futuro de la humanidad.

El nombre del lugar significa "puertas calientes", y alude a las aguas termales que aún hoy día se encuentran en la zona.

Según cuenta la tradición, hallándose Heracles próximo a la muerte, y sintiendo en su piel el ardor que le causaba la túnica del centauro Neso, se arrojó a un río próximo a Traquis (junto a las Termópilas), para extinguir el fuego que lo abrasaba; murió ahogado, pero las aguas del río conservaron su calor.


Por extraña coincidencia, los espartanos, que se consideraban a sí mismos descendientes de Heracles, o heráclidas, también murieron allí, como el héroe; y es significativo el nombre de su rey Leónidas, pues el león -símbolo de realeza- fue el animal que dominó Heracles en uno de sus trabajos.

Apocalipsis optimista


Si la tierra sigue recalentandose, esto es lo que va a ocurrir. El "efecto invernadero" producirá el deshielo de los Polos y eso -a su turno- provocará la inundación de la mayor parte de los pueblos desarrollados. La mayoría de los asentamientos tecnológicos resultarán destruídos y la población de los países desarrollados se transformará en grupos de refugiados.

La mayor parte de los descubrimientos tecnológicos volverán a ser inútiles, la evaporación de las aguas oscurecerá la luz del sol y las temperaturas bajarán. La vegetación entonces mutará y, lentamente, los refugiados comenzarán nuevamente a desarrollar la humanidad. Quizás ellos mismos también van a tener mitos sobre grandes inundaciones o diluvios.


Hemos desechado los conocimientos esotéricos que contienen elementos caprichosos y fenoménicos, intentando encontrar una nueva definición de la realidad y del mundo, nueva por su forma pero eterna por su contenido.

Definimos nuestros principios y fines de manera tal que no aparecen antagonismos: trabajar para la Paz, para un verdadero progreso moral y material, para la tolerancia y la armonía.

Es importante para mí que alguien -en su momento- vea un mundo mejor, pero no pretendo verlo yo, ya mismo.

El error más grande que ha cometido esta generación fue plantar un árbol y querer coger los frutos inmediatamente.

¿Dónde estaríamos si la generación precedente a la nuestra se hubiera conducido de la misma manera?

Si actuamos con la paciencia que caracterizó a las antiguas civilizaciones, la generación próxima sí va a ver un mundo mejor. Seamos optimistas. Tengamos fé y creamos en Dios.

No el Dios de las religiones, no en un Dios formal, sino en el Dios de nuestro corazon: yo creo que las cosas no ocurren por casualidad, sino más bien de manera inteligente y armónica.

Cuando se tiene el convencimiento de que todas las cosas están subordinadas a una inteligencia divina no se puede ser pesimista. Y mi optimismo me hace esperar que nosotros aprendamos nuevamente a vivir de manera inteligente y armónica.

El Efecto invernadero


El recalentamiento progresivo de la tierra, el llamado "efecto invernadero", proviene del agujero en la capa de ozono, que ya tiene dimensiones impresionantes.

Para todas las grandes ciudades de los países desarrollados es de suma importancia, porque el deshielo de la bóveda glacial de los dos polos puede provocar un aumento general del nivel de las aguas de 20 metros.

En tal caso, Tel-Aviv sería enteramente tragada por las aguas, así como Londres, Nueva York, Tokio, Venecia, Buenos Aires y Río de Janeiro.

Este escenario es enteramente creíble, pero la mayor parte de la gente no quiere admitir la posibilidad que esto ya haya ocurrido antes.

A pesar de que en numerosas civilizaciones, que no han tenido ningún contacto entre ellas, existen mitos relativos a un diluvio.

Esos relatos conservados en los mitos, nos enseñan que deberíamos prestar más atención a lo que desencadenan nuestras conductas. Pero jamás los hemos tomado en serio.


Yo veo dos soluciones posibles para evitar esa catástrofe: la primera sería decidir cambiar radicalmente nuestras costumbres, pero temo que sería una solución bastante difícil de implementar ya que nuestros hábitos están muy profundamente arraigados en nosotros.

La segunda solución es la de la naturaleza, es decir, una decisión que tomaría la Tierra por sí misma, ya que no tenemos prueba ni razón alguna para dejar de lado la idea de que la Tierra es una parte viva de un sistema vivo, El Sistema Solar.

Yo sé cuán difícil es pensar a la Tierra como algo vivo, pero eso nos viene simplemente del hecho que las definiciones de Vida que empleamos están en función de las ideas que tenemos sobre la vida.

Está claro que nos faltan palabras y que nuestros idiomas no contienen la idea de Vida, así, con mayúscula. Para ello es suficiente entender, cuando digo "Vivo", que hablo de seres que reaccionan.

Calentamiento Global


Para mí, el mejor símbolo de la situación actual de la humanidad es el Titanic. El ingeniero jefe decía: "Ni siquiera Dios podría hundir al Titanic". En verdad no fue Dios quien hundió al Titanic, sino un trozo de hielo. Y cuando se estaba hundiendo, la orquesta seguía tocando música y la gente bailando, aunque el "imposible" accidente ya se había producido.

De vez en cuando hacemos lo mismo: por ejemplo, todos sabemos que existe el calentamiento global y se ha probado sin ningún lugar a dudas que el proceso de extinción de la raza humana ya ha comenzado sobre nuestro planeta. Pero, sin embargo, seguimos suicidamente adelante en nuestra tarea polucionante como si ni siquiera Dios pudiese hundirnos

Mujeres


A cada paso del camino me encuentro con mujeres que se expresan a través de“protestas”, ya sea condenando su esclavitud hacia el hombre o alabando el mismo estado de esclavitud; ya sea pidiendo más liberalidad de acción o clamando por una protección que, desde hace tiempo, no inspiran.

Veo a mujeres que tratan de mostrar con poca ropa un aspecto femenino que es casi lo único que permite reconocerlas; y veo también a otras que ocultan, no por pudor, pero sí con mal gusto, todo lo que la Naturaleza otorgó para diferenciarlas.

Pero, sobre todas las cosas, las veo desorientadas, sin saber exactamente qué es lo que se quiere ni qué es lo que se pide; tan solo se trata de llamar la atención.

Y, sin embargo, creo que lo importante es conquistar la atención, ganarla, no con llamativos trucos momentáneos, sino con la conquista firme y definida que la mujer, como una polaridad de la Naturaleza, puede y debe hacer suya.

La Historia es algo que la mujer debería conocer mejor que nadie, porque también la Historia es mujer; y como tal está en el tiempo, en aquello que transcurre, pero dejando profundas huellas en el camino.

El tiempo no es el enemigo de la mujer, por el contrario.

El tiempo no envejece a la mujer sino que la hace eterna, la mantiene viva y la proyecta hacía el eterno femenino, que fue, desde siempre, la inspiración de todos los artistas.

Para que la mujer vuelva a ser dama y recobre sus fueros sin necesidad de protestas, es necesario, indudablemente, que todos los demás factores vuelvan a sus lugares naturales: que el hombre vuelva a ser caballero, que la vida vuelva a tener una finalidad trascendente, que la educación forme a los hombres y no simplemente les informe.

Pero todo trabajo, toda modificación, ha de tener un principio. Y la mujer siempre ha sido madre por excelencia.
Hoy toca a la mujer ser un poco la madre de un nuevo mundo, donde todas las cosas se definan a la luz del sol, donde no haga falta disfrazarse de “unisex” para soslayar responsabilidades.
La mujer es tal cuando asume el papel de la Naturaleza viva, resplandeciendo en amor, en belleza, en comprensión; cuando educa basándose en la virtud no solo a sus propios hijos, sino a todos los que siente como hijos del corazón; cuando impulsa a la guerra noble y a la vez consuela al que guerrea; cuando vierte la tibieza de la sombra de un árbol, que hace que todos se acojan a su lado; cuando, en fin, sintiéndose segura de su fuerza cósmica y ancestral, no necesita de vanas protestas ni de días especiales que la dignifiquen, porque desde siempre y por siempre toda mujer se ha emparentado con la primera estrella brillante que puso luz en el acero profundo del cielo.

Pensando


Creo sinceramente que hay momentos difíciles en la historia de la humanidad, que hemos hecho daño a nuestro planeta y que no debe extrañarnos la reacción negativa con que nos encontramos, que no siempre son buenas las cosechas y que muchas veces falta el agua, que llueve poco o demasiado, y que los sismos nos sacuden sin piedad.



Pero el hombre, siempre que ha salido adelante, ha comenzado por pensar.




Salió de las cuevas pensando y construyó las ciudades pensando. Se hizo adulto pensando y se acercó a los dioses con la mente y la intuición.




Pensando encontró sus mejores sentimientos y les dio expresión. Pensando recuperó la energía cuando se sintió oprimido y pensando supo sembrar y recoger frutos del suelo.

El mundo tiene hambre porque está dormido. Nadie puede producir ni comer mientras duerme. Nos corresponde abrir los ojos, allí, alto, donde está nuestra cabeza, abrir el corazón y las manos y la abundancia vendrá hacia abajo.




Pensar, sentir y actuar para que desaparezca el hambre.

La ley


... ¿No es evidente que existe, o mejor dicho, tiene que existir, una "Inteligencia Cósmica", que... actúa en todas las cosas, aun en las para nosotros invisibles e inconcebibles?


Existe, entonces, un Plan de Acción que se traduce en una Ley Universal, continente de infinito número de leyes especiales, la Ley recibe, en Ocultismo Oriental, el nombre de Dharman, y cada una de las aplicaciones de la misma, Dharma... Esta Ley o conjunto de leyes es también llamada... "Sentido de la Vida"; es la dirección del Sendero de la Evolución.

¿Qué pensarán de nuestra forma de vida los que vengan dentro de algunos siglos?


Los siglos fueron pasando y los avances técnicos y científicos proporcionaron una nueva visión de las cosas. La Tierra pareció más pequeña en cuanto pudo descubrirse y rasurarse en todas direcciones; creció el sentimiento humano del poder, que se extendió a las estrellas. La conquista espacial fue apenas una prolongación del ánimo del hombre que se sentía en posesión de la llave de la vida.

Sin embargo estos aportes no trajeron la felicidad ni la seguridad interior... ni tampoco la exterior. Al igual que el hombre antiguo, el hombre actual ha empezado a proyectar sus miedos y sus angustias, aunque no las divinice en figuras ideales. En todo caso, diviniza sus vicios y sus debilidades para encontrar una justificación psicológica.

También hoy podrían señalarse muchos errores y tal vez los hombres del futuro sean generosamente despiadados con nosotros, igualando nuestro proceder con las viejas culturas.

¿Qué pensarán de nuestra forma de vida los que vengan dentro de algunos siglos?

Que se nos escapa el tiempo aparentando lo que no somos, en parte porque no sabemos con exactitud qué ni quiénes somos, y en parte porque la fuerza de las modas impone de tal manera, que hay que seguirlas aun sin llegar a identificarse con ellas.

Que por vergüenza o inhabilidad, no sublimamos nuestros temores y en cambio estamos llenos de traumas. Que nos hemos liberado de la cárcel de la moralidad para caer en la prisión de la inmoralidad como estilo de comportamiento habitual.

Que por fin llegamos a vivir un mundo sin dioses y sin Dios, para glorificar falsos héroes y personajes imaginarios.

Que por fin llegamos a prescindir de las jerarquías y de la autoridad, para sentirnos desamparados e incapaces de tomar determinaciones.

Que todos los sistemas que se ensayan fallan estrepitosamente más pronto o más tarde, porque fallan los hombres que los encarnan.

Que buscando la felicidad a través de la liberalidad, conseguimos expandir la corrupción, hacer desaparecer las diferencias entre hombres y mujeres, niños y ancianos; injertamos odio y venganzas sofisticadas en todos los rincones...

La Tierra se queda estrecha e incómoda: hay que volver la mirada hacia otros mundos...

Vivir las ideas


Vivir una idea es tanto o más importante que vivir para el cuerpo, pues ni el cuerpo podría moverse si no tuviera ideas que lo dirigiesen. Y en este caso nos importa, no sólo mover el cuerpo, sino mover el alma en busca de una civilización mejor, que pueda sustituir con éxito la crisis que hoy nos oprime.

Creando paciencia


En la vida cotidiana, muchas personas tratamos de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiramos a resultados en corto plazo, abandonamos todo súbitamente justo cuando ya estabábamos a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que solo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.

Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos de desaliento (que todos tenemos), aceptemos que -en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos-, Sí está sucediendo algo dentro de nosotros: estamos creciendo, madurando. Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia. Tiempo...

Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos... Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi... nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué... Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés...

¿Para qué?......

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.

Pensamientos sincronizados


Según concepciones de las culturas tradicionales, el cerebro es la estación receptora de las ondas mentales, las cuales se hallan rodeándonos como una atmósfera, del mismo modo que ocurre con un aparato receptor de ondas de radio. Así, los mensajes emitidos por la mente son independientes del receptor físico que conecta con una idea.

Estas ideas, que parecen flotar en el ambiente de un momento y una época, si no son alimentadas se desvanecen, y en cambio, cuando son repetidas y reforzadas por varias personas, parecen tomar consistencia, como si se asentaran con una forma y fuerza propia, de tal modo que perviven más allá de las personas que las concibieron en un principio. Las ideas, que parecen entidades que flotaran en la atmósfera mental, son “sintonizadas” por determinados sujetos, y así una misma idea puede ser concebida por varias personas al unísono.

Según esta concepción, el mundo mental es un mundo organizado, compuesto de “átomos mentales”. De ahí que se considere que un pensamiento toma “forma y consistencia” en la medida en que se le añade energía mental al mismo.

¿Cuántas veces hemos pensado en una persona largo tiempo ausente y al día siguiente la encontramos de nuevo? ¿Cuántas veces recordamos a una persona que vive a cientos de kilómetros, y a las horas nos llama por teléfono? ¿Cómo supo que la llamábamos mentalmente? ¿Cuántas veces dichos efectos son casi instantáneos? En otros casos, hemos ido a hablar con una persona y el tema que surgió en el transcurso de una conversación, nos cambió la vida. ¿Casualidad? ¿Destino? ¿Rutas de pensamiento prefijadas o transmisiones de ideas que cambian según sean nuestros impulsos mentales irradiados al ambiente? ¿Existe un mundo casual o un hilo conductor que traza el camino invisible que nos espera y reclama, como una invitación a hallarnos a nosotros mismos?